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INCENDIOS EN EL CORAZÓN DE LA COSTA BRAVA

Un incendio avivado por el viento obliga a desalojar a cerca de 10.000 personas en la Costa Brava

El fuego sigue cebándose este verano en las urbanizaciones. Un nuevo incendio forestal obligó ayer a desalojar a cerca de 10.000 personas de 17 urbanizaciones, tres cámpings y varios apartamentos situados entre Castell-Platja d'Aro y Calonge, en el corazón de la Costa Brava. La situación que se vivió ayer era calcada a la que tan sólo hace dos semanas sufrieron los vecinos de Maçanet de la Selva, distante apenas unos 30 kilómetros de donde ayer se originó el fuego. Los mismos temores, la misma incertidumbre y las mismas preguntas entre los desalojados: "¿Hasta dónde ha llegado el fuego? ¿Qué se ha quemado? ¿Ha llegado a las viviendas? ¿Cuándo podremos volver a casa?", preguntaban una y otra vez.

El fuego cercó en apenas unas horas 17 urbanizaciones situadas entre Platja d'Aro y Calonge
Los desalojados pudieron volver a sus casas al final de la tarde, aunque se habilitaron polideportivos para alojarlos
Además de las urbanizaciones fueron desalojados tres cámpings, un parque acuático y numerosas masías
Los cortes de tráfico para facilitar los trabajos de extinción causaron un gran colapso circulatorio en la zona
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El incendio se originó pocos minutos después de la una de la tarde detrás de la masía Cal Rei. "Pudo verse con claridad cómo la lengua de fuego empezó al lado de un bancal, muy cerca de donde se realizan unas obras de rehabilitación de la masía", explicó un bombero que trabajó en la extinción. El hecho de que algunos vecinos hubieran visto salir a una persona en moto de ese lugar poco antes de que se viera la columna de hubo hizo sospechar que el fuego pudiera ser intencionado. El conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, dijo que era muy pronto para determinar si había sido intencionado. Los bomberos y los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación al respecto.

Viento de poniente

Las llamas avanzaron con mucha rapidez desde Cal Rei hacia el norte ayudadas por el fuerte viento de poniente que soplaba en la zona y pronto se apoderó de los complejos de Cala Rei, Cala Manel, El Masnou, Mas Cabanyes, Mas Ambrós, Font Picant, Ros Mar, Mas Ros, Mas Pallí, Samir, San Miquel y Politour, el barrio Trueta de Castell y el Vescomtat de Cabanyes. El viento no sólo se alió con el fuego, sino que además impidió que los hidroaviones pudieran cargar agua en el mar, lo cual dificultó las tareas de extinción.

Mas reconoció que la mayor parte de los vecinos fueron desalojados como medida preventiva, dada la virulencia del frente. El fuego carbonizó básicamente masa forestal mientras que cinco viviendas resultaron afectadas. A medianoche se supo que una casa había quedado calcinada en Mas Callí, de Calonge. Otra residencia que sufrió fuertes daños está ubicada en El Masnou y en ella se quemó todo el interior. En previsión de que otras casas hubieran quedado también inhabitables, el Ayuntamiento empezó a media tarde a buscar alojamiento para sus inquilinos. En muchas casas se quemaron jardines, vallas de protección y el mobiliario de las piscinas.

En total, las llamas carbonizaron 340 hectáreas de bosque y matojos, el 95% en el municipio de Castell-Platja d'Aro y el resto en Calonge. Una de las máximas preocupaciones de los bomberos fue precisamente evitar que el fuego avanzara hacia Calonge, donde la situación hubiera podido ser mucho más dramática porque allí hay aún más concentración de urbanizaciones. El perímetro del fuego alcanzó en algunos momentos desde el este de la urbanización Cal Manel hasta el sur de Mas Ros y entre la carretera C-31 y el Puig dels Abells.

Como medida preventiva, el Servicio Catalán de Tráfico cortó también la carretera C-31, entre Platja d'Aro y Calonge, y se recomendó a los vehículos procedentes de Barcelona que llegaban por la autopista A-7, que accedieran al centro de la Costa Brava a través de Girona.

El incendio pudo comenzar a ser controlado poco después de media tarde. A las seis horas de haberse iniciado, sobre las 20.30 horas, se daba ya por extinguido. "En estos momentos no hay llamas, aunque tenemos que estar muy alerta porque en muchas partes sigue habiendo brasa", explicó el conseller en cap a esa hora.

A medida que el incendio quedaba controlado, se fue autorizando que los vecinos de las urbanizaciones regresaran a sus casas. Los primeros en hacerlo fueron los ocupantes de los cámpings, que apenas estuvieron cuatro horas desalojados. A pesar de que a medianoche estaba previsto que todo el mundo hubiera podido volver a su vivienda, se habilitaron dos pabellones -el de Calonge y el de Platja d'Aro- por si alguien no encontraba habitable su casa y tenía que pernoctar fuera.

Regreso a las brasas

Los últimos en poder volver fueron los residentes de Mas Pallí, de Calonge, que esperaron pacientemente en el polideportivo de la localidad mientras escuchaban por la radio las últimas novedades sobre el fuego. El regreso a la urbanización Politour fue el más complicado, ya que cuando los vecinos regresaron aún había brasas encendidas y muchos no habían sido advertidos.

El incendio cortó también el suministro eléctrico de todas las urbanizaciones, y la compañía Fecsa-Endesa tuvo que suministrar grupos electrógenos. La situación de emergencia provocó también cortes de fluido en el propio núcleo urbano, que afectaron a unos 15.000 usuarios.

El alcalde de Castell-Platja d'Aro, Joan Giraut, señaló que el Ayuntamiento "ya aprobó en el último pleno municipal, antes de que sucediera nada, medidas para intentar mantener más limpias las urbanizaciones". Sin embargo, Giraut reconoció que las urbanizaciones no están como debieran. Menos claro fue el conseller en cap, quien, como ya hizo después de los anteriores incendios, declaró: "Las urbanizaciones ya están allí y afortunadamente tenemos un país con muchos árboles y mucha masa forestal y, por tanto, el riesgo de incendio lo tendremos siempre".

Mas recordó que ayer mismo, aparte del de Platja d'Aro, los bomberos realizaron un total de 41 salidas en Cataluña para apagar fuegos forestales. En la extinción del de Platja d'Aro y Calonge participaron 17 efectivos aéreos entre helicópteros y aviones de vigilancia y ataque, 60 dotaciones terrestres y 300 bomberos y agentes forestales. La situación obligó a la Generalitat a activar la fase 1 de emergencia del plan Infocat, que se mantendrá al menos hasta hoy.

Una gran columna de humo del incendio de Castell Platja d'Aro vista desde la carretera entre Llagostera y Platja d'Aro
Una gran columna de humo del incendio de Castell Platja d'Aro vista desde la carretera entre Llagostera y Platja d'AroP. DURAN

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