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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La voz que mira

A través del testimonio de un niño, y futuro maleante, Isabel Alba escribe sobre la realidad plagada de noticias de sucesos.

Voz en primera persona: Tomás dice que no le gusta escribir y que si lo hace es porque está hecho un lío, porque algo pasó e intuye que para sacarse de "la mollera todas las cosas que se me han metido dentro", lo mejor es emborronar el papel y aplicarse en la escritura a fin de ordenar los recuerdos de un suceso que ciertamente le perturba. Tomás es un habitante de la periferia suburbial de Madrid y tiene 12 años. Ese niño, casi un adolescente, nos habla desde las páginas de Baby Spot, la primera novela de Isabel Alba, como si nosotros los lectores fuéramos la cámara a la que se dirige para fijar su monólogo. Pero Tomás también hace encajar las piezas de su relato como si estuviera declarando frente a un comisario de policía. Sin miedo y sin remilgos porque todavía no ha perdido la notable naturalidad que procura la infancia. Ésa es la principal baza de Isabel Alba (Madrid, 1959), el tono amoral de quien describe la niñez en la que está instalado Tomás, sin valorar el bien o el mal, sin acobardarse, sin dramatizar al hablar de otros, pues son los otros y no él quienes se quejan, gimen, pelean o blasfeman, en cocinas mugrientas, solares devastados y coches desvencijados.

BABY SPOT

Isabel Alba

Montesinos. Barcelona, 2003

93 páginas. 7 euros

Isabel Alba ha escrito sobre una ficción certificada por la realidad de las noticias en las páginas de sucesos, y el resultado podría ser casi documental si no fuera porque, en este relato hay una conseguida voluntad literaria: abonar la realidad de un personaje inventado, aunque algunas veces su voz sobria e ingenua sea sólo un asunto de astucia y oficio, en menoscabo de la fortaleza del relato. Un acierto: no hay nada siniestro en el discurso de Tomás, futuro maleante, sabio conocedor de una esquina del mundo donde sólo el más fuerte manda en el barrio, en la casa o en la cama. En Baby Spot no hay susurros, ni expectativas, sólo dioses menores de chupa verde y botas negras de militar. Baby Spot quiere decir "foco pequeño de iluminación incandescente que suele utilizarse en los rodajes cinematográficos".

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