La inseguridad sigue castigando Irak con otros dos soldados de EE UU muertos y un tiroteo en Bagdad

Los iraquíes critican la lentitud del Consejo de Gobierno provisional en el reparto de las carteras ministeriales que impide la presentación de reclamaciones ante el caos administrativo en que sigue sumido el país, en cuya capital murieron ayer dos policías y dos viandantes en un tiroteo en una zona del centro muy transitada.

Los cuatro resultaron muertos en el centro de Bagdad en un intercambio de disparos entre los agentes y un civil, lo que demuestra, una vez más, la inestabilidad en la capital y el vacío de poder en el que está sumido todo el país. "Se trata del resultado de una riña entre dos conductores que habían sufrido un accidente de tráfico", dijo Kamil Suleimán, de 41 años, empleado en una oficina de cambio y testigo del suceso en el centro de Bagdad, a pocos metros de la plaza Al Furdus, donde se encuentra el hotel Palestina. Otras personas indicaron en cambio que el tiroteo se produjo como consecuencia de un intento de atraco.

"Los agentes de policía vieron que uno de ellos sacaba un arma y comenzaron a disparar, lo que provocó que el hombre armado, a su vez, abriera fuego", afirmó Suleimán. "Esto no tiene solución. ¿Cómo puede ser que la policía iraquí no pueda neutralizar a una sola persona armada?", se preguntó el testigo. Los iraquíes viven desesperados por el caos en la capital y critican que no les den soluciones a cualquier asunto cotidiano.

A su vez, dos soldados estadounidenses murieron y tres resultaron heridos en ataques ocurridos en Bagdad y Faluja, al oeste de la capital, informaron ayer fuentes militares. Según un comunicado del Mando Central de EE UU, el incidente más sangriento fue el que tuvo lugar en las proximidades de Faluja, donde un soldado murió y otros tres fueron heridos por la explosión de una bomba. El segundo ataque ocurrió en la capital, donde otro soldado murió cuando su convoy militar fue atacado por un grupo armado, agrega el comunicado sin dar mayores detalles. Desde el 1 de mayo, 64 soldados norteamericanos han muerto y decenas resultaron heridos por ataques de la resistencia iraquí.