"La mostra es como una vieja señora, necesita un 'lifting"

La 60ª edición de la Mostra Internacional de Cine de Venecia, que empieza hoy, promete satisfacer a todos, pues ha logrado confeccionar un programa completo y diverso de películas, maestros, estrellas y jóvenes talentos. Armar el rompecabezas organizativo, como reconoce el director del festival, Moritz de Hadeln, ha sido un milagro, dada la afluencia de propuestas: 1.500, para una selección final de 143 películas, de las que 86 son largometrajes y 57 cortos. Entre las producciones españolas que se exhibirán se encuentra el documental Un instante en la vida ajena, dirigido por José Luis López-Linares con guión de Javier Rioyo, y el cortometraje Relojes de arena, de José Francisco Ortuño y Laura Alvea.

"La ausencia de películas españolas en el festival es un reflejo de la realidad"

Moritz de Hadeln (Exeter, Reino Unido, 1940), desde 2002 director de la Mostra, habla italiano con su marcado acento inglés y admite que la presente edición es especial, óptima. En su despacho, en el segundo piso del Palacio del Cine del Lido, fumando y tomando café con sacarina, concedió esta entrevista en medio de los contratiempos de la organización, a pocos días de la apertura.

Pregunta. ¿Sigue pensando que el cine está más vivo que nunca?

Respuesta. Esta expresión mía, "el cine está más vivo que nunca" obedece a una respuesta a Peter Greenaway, quien solicitó realizar aquí un encuentro titulado El cine está muerto. Considero que viendo todo lo que hemos recibido para la selección y observando otros festivales, existen talentos jóvenes y, claro está, tenemos también los maestros que nos hacen pensar que el cine no está muriendo, por el contrario, está ¡vivo, vivo!

P. Ha dicho que para garantizar la supervivencia del festival son necesarios algunos cambios. ¿Cuáles?

R. La Mostra es como una vieja señora, necesita un lifting. La organización debe ser modernizada y los primeros pasos ya se han dado, aunque tenemos problemas económicos que no podemos negar. Para este año, contamos con novedades, nueva programación y nuevo sistema de acreditación. Una parte fundamental de los cambios es el incipiente mercado del cine, el cual funciona como soporte a las casas de producción y distribución presentes.

P. ¿El problema del presupuesto limitado es el peor?

R. El presupuesto de la Mostra es muy bajo: cinco millones de euros. Locarno, un pequeño festival, cuenta con más dinero que nosotros. Por otra parte, debemos hacer inversiones en la infraestructura y éstas requieren una decisión política para resolver los problemas de espacio de una vez por todas, pues nos faltan salas. Paradójicamente, la sala grande es demasiado pequeña. En los últimos años, la política cultural en Italia, como en muchos países europeos, ha reducido el presupuesto a la cultura. Para mí es una decisión equivocadísima, porque estamos viviendo en una sociedad donde las horas de trabajo tienden a disminuir, entonces el tiempo libre de la gente se alarga y se debe hacer de todo para ofrecer actividades de calidad.

P. ¿La creación de un mercado para el cine es la solución para la Mostra?

R. He creado el mercado del cine en Berlín y le ha ayudado mucho a desarrollarse, pues ha contribuido a dar acceso más fácil a ciertos filmes. Un mercado del cine no cambia absolutamente el contenido del programa, y la selección continúa con los mismos criterios de calidad. De todas formas, una selección de filmes no se puede hacer sin tomar en cuenta los aspectos de política y economía cinematográfica. El cine cuesta mucho, no es sólo arte. El cine es una industria.

P. ¿Será ampliada la Mostra del Lido de Venecia para ocupar otros espacios de la ciudad?

R. Inicialmente se habló de abrir nuevas salas en el Arsenal de Venecia , pero se necesita una inversión de 70 millones de euros y cinco años de trabajo. ¡Estamos soñando! La mejor cosa es ampliar la Mostra en el Lido, donde nació, y aprovechar al máximo lo que el Lido ofrece.

P. Esta edición apuesta por las películas europeas y sólo compite una estadounidense. ¿Tienen miedo los productores de Hollywood a participar, y al final no ser premiados?

R. Algunos países europeos han ofrecido filmes interesantes y hemos escogido los mejores. Sin embargo, contamos con muchos filmes estadounidenses fuera de concurso porque los productores de Hollywood así lo han decidido. En algunos casos, no es que tengan miedo, sino que optan por no arriesgar y consideran que si ganan un premio en Venecia, probablemente no correrán la misma fortuna con los Oscar; o bien pueden pensar que si no obtienen un galardón aquí, significa que la película no vale la pena. Por otra parte, los filmes estadounidenses han costado mucho dinero: 50 o 100 millones de dólares, y ellos no quieren compararse con otros de bajo presupuesto, como ciertos productos que llegan aquí.

P. Ésta es la primera vez que Woody Allen se presenta físicamente en la Mostra. ¿Cómo ha hecho para convencerlo?

R. Le he invitado y punto. Ha venido a Venecia en muchas ocasiones, pero nunca a la Mostra. A él le coincidía con su calendario, está muy contento con esta película y ha querido apoyarla. Es muy difícil tener una película en la apertura sin la presencia del director.

P. ¿Por qué es tan importante para la Mostra la presencia de los divos del cine?

R. Cuando comencé a ser director de festivales de cine, en los años setenta, en Locarno, y luego al inicio en Berlín, los únicos divos o estrellas de los que se hablaba eran los directores. La prensa amarilla y la televisión han cambiado las cosas. Y así los festivales, ya sea el de Venecia o el de Cannes, deben estar de acuerdo con el gusto del público. Además, los estadounidenses han entendido que para promover sus películas es necesario tener presente el reparto.

P. ¿España es el gran ausente?

R. La ausencia de España es un reflejo de la realidad No quiero meter las narices en problemas internos españoles, pero creo que es una consecuencia de la reducción del presupuesto estatal para el cine español y que el número de producciones se ha reducido. La voz de España es muy importante, pero no se puede escoger un filme sólo porque es español. Los criterios para la selección de las películas que empleamos son tres: la originalidad, la calidad artística y la capacidad de emocionar.