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Eurobank desafía al Banco de España al negarse a su liquidación inmediata

La institución recuerda que la intervención se justificó en la renuncia a la ficha bancaria

El Consejo de Administración de Eurobank da marcha atrás y trata ahora de evitar el cierre. La junta de accionistas del banco presidido por Eduardo Pascual decidió ayer no disolver la entidad, ante el anuncio de la posible entrada de un nuevo socio. El Banco de España calificó de "sorprendente" la decisión, ya que Eurobank justificó en julio por escrito su solicitud de intervención en "la renuncia a su licencia para el ejercicio de la actividad bancaria". Pese al vuelco de la situación, la entidad sigue sin atender a sus clientes. El Fondo de Garantía mantiene el procedimiento de devolución de depósitos.

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La junta extraordinaria de accionistas de Eurobank del Mediterráneo aprobó ayer la no disolución de la entidad y, en contra de toda lógica, apostó por su reflotamiento. El banco proseguirá con la ampliación de capital anunciada por importe de 6,5 millones de euros, con la esperanza puesta en la posible entrada de un nuevo socio financiero capaz de reflotar la entidad.

El presidente de Eurobank, Eduardo Pascual, que controla la mayoría del capital, formuló en la junta de accionistas la propuesta de no disolución, pero se abstuvo en el momento de la votación. Por su parte, los accionistas minoritarios, que representan el 20% del capital de Eurobank, y las tres mutuas de previsión catalanas -Norton Life, Personal Life y Caja Hipotecaria-, que controlan conjuntamente un 26%, votaron también la no disolución.

Aunque el conflicto de intereses entre accionistas encontró de este modo una vía de solución, en Eurobank todo sigue igual: el banco se encuentra en trámite de suspensión de pagos y no tiene liquidez para hacer frente al rescate de los depósitos de sus clientes, y el Fondo de Garantía de Depósitos seguirá adelante con el procedimiento para la devolución hasta un máximo de de 20.000 euros.

Incertidumbre

Sobre el total de 70.000 clientes que tiene Eurobank, unos 30.000 han rescatado sus cuentas corrientes, que equivalen a unos 70 millones de euros, una tercera parte aproximada del pasivo de la entidad (220 millones). Existe sin embargo una gran incertidumbre especialmente sobre las cuentas de alta rentabilidad -productos de inversión creciente- emitidos por las mutuas catalanas Norton Life, Personal Life y Caja Mutual, que forman parte del accionariado del banco. Esta última entidad anunció que hoy iniciará el reembolso de más de cinco millones de euros a los clientes que han solicitado la cancelación de sus contratos.

Al mantenerse al margen en la votación sobre la liquidación del banco, Pascual no hizo sino aumentar el desconcierto del resto de accionistas y de los clientes, cuya alarma va en aumento. Pascual dio a entender ante los accionistas que existen dos entidades interesadas en suscribir parte de la ampliación de capital. "Se trata de dos grupos, uno nacional y otro extranjero, que han pedido información al Banco de España y al propio Eurobank para estudiar sus cuentas", dijo más tarde un portavoz.

El rosario de paradojas y contradicciones en las que incurrió ayer el Consejo de Administración de Eurobank llegó al extremo cuando Eduardo Pascual negó, ante la junta de accionistas, haber pedido la intervención del Banco de España para liquidar la entidad, aunque sí admitió que había solicitado su tutela porque el nivel de fondos propios era inferior a los requerimientos, según los accionis-tas presentes en la reunión.

Fuentes del Banco de España, por el contrario, confirman que el pasado 24 de julio se presentó el escrito de solicitud de intervención de la entidad, en base a la decisión de la mayoría del capital social y justificada en la "renuncia de su licencia [de Eurobank] para el ejercicio de la actividad bancaria". De aquí que la institución que preside Jaime Caruana califique de "sorprendente" la no liquidación de la entidad. Las mismas fuentes añaden que el giro de los acontecimientos no implica que se paralice el proceso de devolución de los depósitos garantizados.

Eurobank convocó ayer una nueva junta extraordinaria de accionistas para el 15 de septiembre, a fin de ratificar la suspensión de pagos de la entidad solicitada al juzgado de primera instancia madrileño. Los accionistas minoritarios pidieron ayer que una comisión parlamentaria de investigación aclare lo sucedido con Eurobank.

Por la puerta de atrás

La junta de accionistas de Eurobank, convocada en un céntrico hotel de Madrid, empezó a las ocho de mañana con los accionistas acudiendo somnolientos y flanqueados por el ánimo encrespado de varias decenas de clientes que no consiguen recuperar su dinero.

Haciendo gala de un ágil estilo laberíntico,

el presidente del banco, Eduardo Pascual, entró por la puerta de servicio y, dos horas después, saldría por algún tragaluz. Nadie lo vio. Escabulló los flases, pero no el descrédito: "Nos ha robado, pasando fondos de una cuenta a un depósito sin autorización", según Julio Portales, uno de los usuarios más irritados. Santiago Muñoz y Pilar Lara explicaron que, el pasado 24 de julio, abrieron un depósito de 30.000 euros, no recuperado. ¡Un día antes de la intervención del Banco de España! Ángeles Valido y Fernado Álvarez, por su parte, metieron en Eurobank 90.000 euros el 23 de julio. Enrique Castro confesó que tenía atrapados 75.000 euros.

Con edades comprendidas entre los 40 y los 60 años, la mayoría de los clientes en fronda eran vecinos de Madrid. También los había muy jóvenes, como Marta Redondo (36.000 euros del ala varados en las cajas de Pascual); Rafael García Abril, que abrió una cuenta el 14 de agosto al volver de vacaciones y sin apenas tiempo de enterarse; o Ignacio del Valle, al que los gestores de este banco, pequeño pero matón, le han inmovilizado 100.000 euros, una cantidad destinada a satisfacer "la entrada de una vivienda".

En el hall del céntrico hotel, los clientes la pagaron a gritos con el portavoz del banco. En la puerta del salón que cobijó a la junta de accionistas -unas 20 personas representaron a los 280 que tiene la entidad-, guardias jurados y gorilas impidieron la entrada a los medios de información.

La de ayer fue otra jornada ciega. Pero nadie sucumbió ante la falta de amparo: por la tarde, un grupo de accionistas minoritarios se concentraron ante la sede del Banco de España.

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