Manu Chao inicia en Vistalegre la temporada de conciertos
El de Manu Chao el próximo jueves en Vistalegre puede considerarse el primer gran concierto de la temporada tras el paréntesis vacacional. Con él comienza la normalización de una ciudad que ha sufrido en el último mes el abandono de artistas de relumbrón, aunque a cambio ha ofrecido intervenciones memorables que no le han hecho perder del todo su actividad musical. La periferia sigue sosteniendo esa ausencia de estrellas, y estos días Amaral, Hombres G, Cómplices, Kiko Veneno, Manolo Tena o Lucrecia se reparten entre Alcalá, Colmenar Viejo o San Sebastián de los Reyes.
- Música del contenedor. Criticado y admirado, el francés de origen español Manu Chao inicia la temporada de conciertos en Madrid con un gran espectáculo en Vistalegre. Considerado el juglar de la antiglobalización, Chao ha contribuido a la creación de esa pachanga sonora mundial que se basa en el derribo de fronteras musicales. Lo empezó en el París de los ochenta con Hot Pants y Los Carayos, sus primeras bandas, pero lo dispersó por el mundo al frente de Mano Negra.
En sus conciertos lo mismo ataca por rumbas, que se marca un reggae, salta con el ska o le atiza al frenético rock and roll. Música sacada de un gran contenedor donde se vierten las culturas populares fruto del trasiego migratorio. Todo vale para justificar unos textos teñidos de reivindicación clandestina, que pasa por los desharrapados de las pateras, el culto a la calle, y el derecho a la autogestión como vía alternativa a los imperativos del mercado. Siempre ha confesado sentirse orgulloso de ser "músico pachanguero, antes que rockero", así que en su concierto, en el que contará con la aportación destacada del combativo músico vasco Fermín Muguruza, podrá escucharse ese luminoso mestizaje que propuso en Clandestino y Próxima estación: Esperanza, sus dos discos en solitario de estudio, y Radio Bemba, grabado en directo.
Casi se ha agotado la venta anticipada, así que todo hace pensar en un lleno histórico en Vistalegre para el que se considera ya, el concierto del inicio de la temporada de conciertos en Madrid.
Herederos de su escuela, con otros matices, Lagarto Amarillo aparece como una de las bandas de mestizaje nacionales con más futuro. Tras patearse los bares de Madrid en las últimas temporadas, han conseguido un contrato con una multinacional que editará en breve su disco Que la suerte te acompañe.
- Arde la periferia. La actividad musical de Madrid se ha mantenido en agosto gracias a los festejos de los pueblos de la región, que vuelven a estallar en este final de mes. Alcalá honra a san Bartolomé con una ambiciosa programación. De Lolita o Clara Montes -dos maneras diferentes de ver la canción española- a Hombres G o Amaral -pasado y presente del pop nacional-, la villa universitaria ofrece sutileza (Kiko Veneno), zafiedad (Mojinos Escozíos) y contundente rock (Boikot, La Vacazul).
Algo parecido a lo que sucede en San Sebastián de los Reyes, con un ecléctico cartel que se completa con el cante de Chano Lobato, las sevillanas de Cantores de Hispalis, la voz casi lírica de Francisco, el pop amable de Cómplices, Tercera República y La Loca María, las distintas maneras de acceder a la canción de autor vistas por Manolo Tena o David de María, o los corridos de Los Chicanos del Sur. Colmenar Viejo también se mete a festejar, y ahí hacen doblete Hombres G, con su feliz gira de retorno a los escenarios españoles.
El rock de los murcianos M-Clan suena en el centro Opción de Alcorcón mientras que en el cámping de la Alameda de Osuna lo hace el reggae de Cañamán, el blues de Ñaco Goñi y Bluescavidas y Los Reyes del KO. Los Inhumanos, o lo que queda de esa banda de los ochenta, acude al centro comercial Equinoccio, de Majadahonda.
El Gruta 77, de Carabanchel, abre la temporada con una revitalizadora sesión de punk brutal a cargo de una de sus estrellas mundiales más salvajes; nada menos que Texas Terri, artista capaz de derrochar todo tipo de provocaciones desde el escenario con tal de dar marcha y alegría a sus fanáticos seguidores.
- El jazz veraniego. La banda del baterista Larry Martin, con la cantante Doris Cales, vuelve por segunda semana consecutiva a Calle 54 para entregarse al jazz, un género siempre en alza que cuenta también estos días con Mariano Díaz, Blue Sax Quartet y, sobre todo, con la inmensa figura de Jerry González, el neoyorquino de origen puertorriqueño que tiene en Madrid su segunda casa.
El pianista Mariano Díaz ha formado para la ocasión un cuarteto de lujo en el que también están el saxofonista Perico Sambeat, el contrabajista Mario Rossy y el baterista Marc Miralta, que ha girado este verano con Santiago Auserón en ese esperanzador proyecto llamado La Fábrica de Tonadas. Jerry González es la estrella del programa A todo jazz, que se cierra esta semana en Clamores.
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