Francia calcula en 160.000 las toneladas de residuos del 'Prestige' recogidas en mar y tierra

La incesante recogida de residuos del Prestige alcanza ya, nueve meses después del naufragio, unas dimensiones colosales al sumar las cifras. El Cedre, el organismo francés que sigue la catástrofe, calcula que entre Francia y España, en la costa y en el mar, se han recogido 160.000 toneladas de residuos. De ellas, unas 45.000 eran fuel; el resto, arena, agua o residuos. Los datos del Gobierno español coinciden parcialmente: 75.000 toneladas en tierras españolas (el Cedre calcula 110.000 entre los dos países). La cifra de recogida en el mar es una de las mayores de la historia.

El Centro de Investigación de la Contaminación de las Aguas (Cedre) se destacó durante la crisis del Prestige por ofrecer la información más detallada no sólo de lo que estaba pasando en Francia, sino también en las costas gallegas y cantábricas, ya que entonces el Ejecutivo español apenas daba datos fiables.

El Cedre sigue actualizando casi cada día sus informes sobre la situación en las costas francesas. Los datos globales, sin embargo, los limita a finales de junio, antes de que empezara un verano protagonizado por el goteo de chapapote en los arenales cantábricos. Hasta entonces, en las costas se recogieron unas 110.000 toneladas de residuos sólidos del vertido del Prestige, según el organismo francés. De ellas, entre 15.000 y 20.000 son realmente fuel. El resto, sobre todo, arena de las playas.

El Gobierno español cifra en 75.000 toneladas lo recogido en las costas españolas hasta finales de junio. En verano se han retirado de las playas, especialmente las cantábricas, otras 3.000 toneladas. El Cedre calcula en 16.000 las toneladas llegadas a las costas francesas. Las 19.000 toneladas de diferencia con los cálculos españoles se deben probablemente a que el Cedre estima por lo alto.

Respecto a lo que se ha recogido en el mar, España y Francia coinciden: unas 50.000 toneladas. De ellas, el Cedre calcula que como mucho 23.000 son de fuel. Más de 30.000 de esas toneladas fueron recogidas por pesqueros, que aún en agosto se afanan en parar el chapapote que sigue amenazando las aguas donde faenan. Esa cantidad lograda, y el porcentaje del fuel recogido en el mar sobre el total, gracias a la labor de una flota tradicional entre las más numerosas del mundo, constituyen un hito en la lucha contra los vertidos de petroleros.

El Gobierno español no se atreve a calcular cuánto fuel queda en el mar. Entre otras cosas porque ni siquiera se sabe con exactitud, o al menos no se ha anunciado, cuánto queda dentro del pecio. En teoría, el Prestige llevaba 77.000 toneladas, perdió 40.000 y le quedan 37.000. Pero esos números están puestos en cuestión por todas las partes, incluido el Ejecutivo español.

Respecto a lo que queda en el mar, el único que se atreve a hacer pronósticos es el Gobierno vasco, que lo cifra en unas 5.000 toneladas. El modelo de proyección que ofrece en su web AZTI, una fundación vasca especializada en estudios del mar, augura que en los próximos días se acercarán nuevos vertidos a las costas vascas. Y las boyas que colocaron tanto el Cedre como AZTI en la zona del hundimiento, y que siguen funcionando, apuntan que algunos restos se dirigen lentamente hacia Canarias.