Benalmádena despide a Imperio Argentina, la mujer que llenó de estilo los géneros populares

Imperio Argentina, la actriz que supo estilizar lo popular, será enterrada a la una de la tarde de hoy en el cementerio de Benalmádena (Málaga), localidad en la que estuvo viviendo durante 25 años. Cientos de familiares, amigos y admiradores de la actriz y cantante la despidieron ayer con evidentes signos de tristeza y dolor. La capilla ardiente de Magdalena Nile del Río se instaló sobre el escenario de la Casa de Cultura de Arroyo de la Miel rodeada de coronas de flores, un cuadro y una fotografía de joven con unas castañuelas y el féretro cubierto con la bandera de Argentina.

El coche fúnebre de Imperio Argentina circuló por las calles de Benalmádena desde el tanatorio hasta la Casa de Cultura entre aplausos y gritos de "guapa". Los vecinos del municipio malagueño en el que vivió durante 25 años desfilaron durante toda la jornada ante su cuerpo para despedir a una de las grandes de la copla española.

La actriz, nacida en Buenos Aires en 1906, falleció a las 22.30 del viernes en su casa, acompañada de algunos de sus familiares. Su nieta Teresa dijo a Efe que su abuela se fue "mientras cantaba y tocaba las castañuelas. Tratamos de reanimarla, pero fue imposible. Murió feliz, como si estuviera en un teatro, que era lo que más quería".

El cineasta José Luis Borau, que la dirigió en Tata mía en 1986, destacó de la actriz su habilidad para "estilizar lo popular. Tanto en la canción como en su imagen no había arrebatos. Es una personalidad única que tenía una luz especial para el cine". Borau, que la recuperó para la gran pantalla, aseguró ayer que era una mujer "disciplinada y exigente consigo misma y con todos los demás. Trataba de tocar siempre la perfección. Malena tenía una luz especial que inundaba la pantalla. Cantó la copla como nadie sin caer en el folclor rancio".

El historiador y crítico cinematográfico Emilio Sanz de Soto destacó la popularidad de la actriz y dijo que Malena poseía "la popularidad menos populachera que pueda uno imaginarse. Le devolvió al pueblo su verdera imágen: una elegancia elemental". Imperio Argentina, según Sanz de Soto, fue "la negación de la cursilería, del catetismo que inundó a nuestro cine, empeñado muchas veces en querer imitar lo inimitable". "Poseía una sonrisa que nos transmitía la indefinible esencia de la felicidad".

El realizador Antonio Giménez Rico, presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias cuando Imperio Argentina recibió en 1989 el Goya de Honor, dijo que la actriz "tenía cualidades insólitas para la comedia y un encanto personal que conquistaba a todo el público. Lo que más me gustaba de Malena era su donaire, su forma de andar y desenvolverse. Era un genio. La edad de oro del cine español, el de la década de los treinta, son impensables sin ella y su marido, Florián Rey".

La tonadillera sevillana Marifé de Triana, conocida como "la actriz de la canción", dijo de Imperio Argentina que era ese tipo de persona que "no morirá nunca y su obra estará siempre ahí para recordarla. Marcó su forma, su estilo y su personalidad, imponiendo su propia ley". Recordó el fuerte carácter del que hizo gala la tonadillera a lo largo de su vida. "Genio lo tuvo siempre, pero a los artistas de esa categoría hay que perdonárselo, porque sin ese genio no serían lo que son. Creo que entre ella y yo el respeto y la admiración han sido mutuos".