Parques en la montaña rusa
Las instalaciones temáticas españolas ajustan sus estrategias para ganar público y aumentar el gasto medio por visitante
Los parques de ocio españoles diseñan nuevas estrategias para impulsar una facturación lastrada por la desfavorable coyuntura económica y el excesivo endeudamiento. Conseguir una mayor afluencia de público, a través de la oferta de nuevas atracciones, y mejorar las instalaciones para elevar el gasto medio por visitante constituyen las prioridades. La facturación de los parques de ocio se incrementó un 17,3% el pasado año, hasta alcanzar los 488,42 millones de euros, según la consultora DBK. El segmento de parques temáticos, el más dinámico, mejoró su negocio gracias a la incorporación del complejo de la Warner y anotó unos ingresos de 243,24 millones de euros, el 28,9% más que en 2001.
Ninguna de las empresas propietarias de los cuatro grandes complejos temáticos que existen en España ha alcanzado el punto de equilibrio
Los zoológicos y acuarios elevaron sus ingresos hasta los 112 millones de euros en 2002; los acuáticos crecieron un 5%, hasta los 94,5 millones
Cuando el público sube a una vagoneta de la montaña rusa, su única intención es disfrutar de un minuto de genuino pavor. Cuando una empresa monta un parque de atracciones, sabe que puede tardar años en recuperarse del vértigo de las pérdidas. Años de sometimiento a una montaña rusa empresarial movida por muchas variables: afluencia de público, situación económica, tendencias climáticas, gasto por visitante, servicios de calidad para los usuarios, zonas en sombra...
La batería de factores que influye en el desarrollo económico de una instalación de esta naturaleza es enorme. Y, aunque el negocio parezca que va como la seda, muchas son las dificultades a resolver cada año.
Los datos positivos del sector tienen sus matices. El pasado ejercicio, los parques de ocio facturaron 488,42 millones de euros, con un avance anual del 18,1%, según un estudio de la consultora DBK. El segmento más dinámico de este mercado, los cuatro parques temáticos, anotó un avance en sus ingresos del 28,9%, hasta los 243,24 millones de euros.
Ninguna de las empresas propietarias de los cuatro grandes complejos de ocio que existen en España ha alcanzado el punto de equilibrio en sus cuentas de resultados. Ni la pionera Port Aventura ni la que nació como competidora de Eurodisney, el Parque de la Warner de San Martín de la Vega, Madrid. En todos los casos las empresas se encuentran bajo la influencia de unos costes financieros muy elevados, debido a su reciente apertura o a la ampliación de su oferta de servicios como ha ocurrido con Port Aventura.
"Los parques temáticos cuentan con una rentabilidad social que resulta difícil de apreciar a corto plazo. El área donde se instalan se beneficia de las fuertes inversiones, y a ello hay que sumar las infraestructuras y un incremento de la oferta laboral", asegura un analista, que comenta que este tipo de instalaciones debe acompañarse de un proyecto inmobiliario que contribuya a rentabilizar la iniciativa.
La Comunidad Autónoma de Madrid dispone del 40% de las acciones de la propietaria del parque de San Martín de la Vega, mientras la Generalitat de Valencia posee el 14,89% de la sociedad de Terra Mítica. La Caixa maneja el 40% de Port Aventura, y el grupo formado por Unicaja, El Monte de Huelva y Sevilla y Caja San Fernando son los principales accionistas de Isla Mágica.
De forma directa o indirecta en el accionariado de los parques, los Gobiernos regionales apuestan por potenciar zonas turísticas o desarrollar nuevas áreas a través del entramado empresarial típico de estas instalaciones. El inconveniente estriba en crear proyectos faraónicos donde no existe mercado para ello. La localización de las instalaciones supone una tarea fundamental, pero, a partir de ahí, la inversión debe contar con una dimensión adecuada a la zona. A la población residente y al turismo que genere. Los expertos aseguran que éste constituye uno de los inconvenientes del sector de parques temáticos españoles.
Las estrategias empresariales, en cualquier caso, exigen una batería de nuevas medidas para rentabilizar estos parques (véase cuadro adjunto). Los expertos en ocio auguran un futuro prometedor, pero los últimos datos comprometen la foto económica estática del sector en este momento. Hay indicios que muestran una cara muy oscura del sector y mueven a la preocupación.
Aunque los ingresos de los parques temáticos han anotado un fuerte crecimiento, éste se ha debido a los 71,5 millones de euros de aportación del recinto de la Warner, cuya facturación ha sido un 20% menor de lo esperado por sus gestores hace un año.
El resto de parques ofrece elementos de incertidumbre. Terra Mítica ha acometido una operación para eliminar los 100 millones de pérdidas que tiene desde su inauguración, hace poco más de tres años. Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo podrían hacerse con el control del parque.
La propietaria del parque Isla Mágica, situado en Sevilla, ha tenido que acudir a solicitar una quita del 70% de los 39 millones de la deuda que tiene con 16 entidades privadas y con el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
"Si la economía no mejora, los parques de ocio van a atravesar serias dificultades. Un padre no lleva a su hijo al Parque de Atracciones si no mejora la coyuntura, porque hay que tener en cuenta que a una entrada que puede costar 12 euros hay que sumarle el gasto adicional en el parque", asegura Elena Fernández, analista de Renta 4. "Hay que tener en cuenta que los mayores ingresos de un parque provienen del comercio y la restauración dentro de los recintos, la comida, la bebida y los regalos. La política de bonos es muy interesante. Se capta a un cliente que va a aportar un beneficio a través de la consumición", añade.
La 'hoja de ruta'
Éste es un sector que parte de un principio muy sencillo cuya ejecución resulta harto complicada. El presupuesto anual debe ser igual al número de visitantes previsto por el gasto total por visitante (entrada más consumición y compra de regalos dentro del parque). De ahí la importancia de ajustar la afluencia de público a lo trazado en la hoja de ruta anual de la empresa.
"La estructura de costes es muy rígida en este sector, mientras los ingresos resultan muy variables. Cuando el precio de entrada al parque se sitúa muy alto, acude menos público, y viceversa. Los responsables de Parques Reunidos decidimos que preferíamos que el público acudiera tres veces al año a nuestros parques, o las veces que quisiera, mediante un bono que vale 2,55 veces el precio de una entrada. Nuestros costes de explotación son los mismos en todos los casos, y con mayor afluencia se consigue una rentabilidad por la vía del gasto en el parque", asegura Francisco Cedena, consejero financiero de Parques Reunidos.
Pocas empresas registran beneficios en el sector de los parques de ocio en España. Sólo el modélico Loro Parque, los parques acuáticos y algunas instalaciones de Parques Reunidos. Aun así, esta sociedad anotaba a junio unas pérdidas de 329.000 euros, lo que supone una reducción de aquéllas del 92,5% respecto a los 4.416 millones del año anterior.
Parques Reunidos opera en todos los segmentos del mercado español del ocio: parques de atracciones, acuarios, zoológicos y teleféricos. "Nos sentimos cómodos con nuestra posición en el mercado. Nos mantenemos en un estado de permanente estudio de opciones de compra, como sucede ahora con unas instalaciones en Canarias. Y también diseñamos parques, como el acuático de Benalmádena, que son replicables en otras zonas", asegura el consejero financiero de la empresa, que cotiza en Bolsa.
El pasado año, los zoológicos y acuarios elevaron sus ingresos el 13%, hasta situarlos en los 112 millones de euros, mientras los parques acuáticos anotaron un crecimiento del 5%, para alcanzar los 94,5 millones de euros, según datos de DBK.
La coyuntura económica adversa, factores como la guerra de Irak -que ha retraído el turismo extranjero a nuestro país- o el elevado endeudamiento de estas empresas no empañan un futuro prometedor. Hay datos internacionales que invitan al optimismo. En Europa existen 83 instalaciones de ocio que generan 2.200 millones de dólares de facturación, frente a las 112 estadounidenses, con 6.700 millones, según datos de ERA. Conforme a estas cifras, los parques de ocio europeos cuentan con potencial para triplicar ingresos.
El número de visitas anuales por ciudadano también invita a la esperanza. En España se sitúa en 0,16, frente a 0,20 de Bélgica o el Reino Unido, 0,70 de Dinamarca o 0,80 de Estados Unidos. Datos que coinciden con las expectativas de diversos analistas internos o externos al sector.
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