Unas jornadas debatirán en San Sebastían los límites del fotoperiodismo

¿Qué se puede y qué no se puede fotografiar? ¿Es lícito confiscar una tarjeta digital a un reportero? En caso de denuncia, ¿quién es el responsable, el fotógrafo o el medio en el que se ha publicado la imagen? Cuestiones como éstas se debatirán entre el 10 y el 12 de septiembre en la sala Kutxa (Arrasate, 12) de San Sebastián, en las primeras Jornadas sobre Fotoperiodismo que organiza la Asociación de Informadores Gráficos del País Vasco. La propuesta, abierta a todo el público, servirá para obtener una radiografía del estado actual de la profesión.

"En general, el trabajo del fotógrafo está un tanto devaluado", afirma Juantxo Egaña, miembro de la junta directiva de la asociación. "En muchos periódicos prima el diseño al valor informativo de la imagen del reportero o cuestiones económicas que llevan a primar a las agencias internacionales". Muchas de las claves de esta situación las aclarará el freelance Clemente Bernard, durante la conferencia inaugural de las jornadas.

Un día después, el fiscal jefe de la Audiencia de San Sebastián en funciones, Juan Calparsoro; el abogado Jorge Alkorta; el fotógrafo de la agencia Efe en Vitoria David Aguilar y un miembro de la Ertzaintza debatirán sobre Los derechos y límites del fotoperiodismo.

Las jornadas se clausurarán con la proyección del documental War Photographer, de James Natchwey, quien ha ganado dos veces el prestigioso dos World Press Photo. Su amigo, el irlandés Desmond Boylan, presente en distintos conflictos, será el encargado de presentarla.