Tercer empleado agredido en un mes en un centro de salud de Villaverde
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a una paciente del Centro de Salud de Potes (distrito de Villaverde Alto) por amenazar e intentar agredir a su médico. El altercado empezó cuando la detenida llegó al ambulatorio dos horas antes de su consulta y, pese a ello, exigió ser atendida de inmediato. Como la médico la hizo esperar un rato, la paciente la insultó y empezó a perseguirla por el ambulatorio. La facultativa se encerró en la consulta y desde allí, utilizando una falsa puerta situada detrás de un armario, sus compañeras y los dos vigilantes de seguridad del centro de salud lograron rescatarla. La médico ha sido dada de baja por ansiedad.
Éste es el tercer episodio similar que ocurre en el ambulatorio desde la última semana del mes de julio. En uno de ellos, una mujer abofeteó a una pediatra porque ésta no consideró adecuado enviar al hijo de la agresora a las urgencias del hospital. El segundo caso fueron unas amenazas de muerte a un médico que se negó a falsificar un certificado.
Estos incidentes ocurren en un centro de salud que cuenta con unas medidas de seguridad más propias de un banco: dos vigilantes de seguridad privada, circuito cerrado de televisión y alarmas desde las consultas hasta los vigilantes.
Carmen Sánchez Carazo, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, reclamó ayer más seguridad para los trabajadores del centro y propuso que el municipio haga una campaña que informe a los ciudadanos "de sus derechos, pero también de sus deberes, como el respeto a los empleados de la sanidad pública".
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