Los subcontratados de Puertollano amenazan con un paro indefinido

Los trabajadores de las empresas subcontratadas por Repsol YPF en el complejo de Puertollano (Ciudad Real) dieron ayer un ultimátum a la petrolera: o acepta todas sus reivindicaciones en materia de seguridad antes del martes o declararán una huelga indefinida. Los subcontratados culminaron con una marcha hasta el Ayuntamiento las tres jornadas de paro que iniciaron el lunes, mientras en la planta se reconstruía el accidente.

Los subcontratados se concentraron ayer ante la puerta nueve de la factoría. Poco después, seis representantes de los huelguistas se entrevistaron con representantes de la dirección de la empresa ante los que plantearon una serie de reivindicaciones sanitarias, de seguridad y sociales que consideran "innegociables". Es más, advirtieron de que daban un periodo de gracia a Repsol hasta el próximo martes para que acepte sus peticiones. Si no lo consiguen, están dispuestos a declararse en huelga indefinida a partir del miércoles .

Las principales reivindicaciones que plantearon fue la generalización de los detectores de fugas en toda la planta, la creación de una comisión de investigación que les incluya (no están representados en el grupo de investigadores formado por técnicos de Repsol y de los sindicatos), la puesta en marcha de una clínica en la refinería y de una unidad de quemados en Puertollano.

Los trabajadores iniciaron tras esta reunión una marcha a pie hasta el Ayuntamiento de Puertollano, pero antes se detuvieron ante el cementerio de la localidad para guardar seis minutos de silencio, uno por cada uno de los fallecidos hasta ahora. Los subcontratados fueron recibidos por el alcalde, Casimiro Sánchez, del PSOE, al que también le expusieron sus reivindicaciones.

Inestabilidad e inseguridad

La marcha dio fin a las tres jornadas de protesta de los subcontratados, cuya situación laboral ha reactivado las quejas de los partidos de la oposición por la precariedad laboral. Izquierda Unida (IU) hizo público ayer un comunicado en el que pide medidas urgentes para acabar con la precariedad laboral y la subcontratación, ya que crea "un gravísimo problema de inestabilidad laboral, profesional y productiva", además de "inestabilidad en la prevención de los accidentes laborales".

IU considera que Repsol YPF tiene una responsabilidad "grave y directa" en el siniestro por haber "dilatado paulatinamente todos los procesos de mantenimiento y seguridad que de forma obligatoria deben realizarse", hasta el punto de que, según la citada formación, las revisiones de planta que se hacían cada dos años "ahora se hacen cada cuatro".

Mientras, ayer tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en el hospital de La Paz de Madrid el trabajador Juan de Dios García, de 58 años, quien sufre una disfunción multiorgánica como consecuencia de las graves quemaduras que afectan al 96% de su cuerpo. Su estado clínico es de "máxima gravedad". Los otros tres heridos en el mismo accidente continúan estables, dentro de la gravedad, en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Getafe. Uno de ellos, Tomás Muñoz, de 46 años, presenta un cuadro general grave, aunque su estado es "algo mejor".