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Dos alarmas y un evacuador de gases fallaron en el siniestro de Puertollano

Tres comisiones investigan por qué no se activó la seguridad y cuál fue el punto de ignición

Jorge A. Rodríguez
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Una acumulación de gases procedentes del refino de gasolina (la gasolina y el gasoil arden pero no explotan, según los técnicos) parece estar en el origen del siniestro de Puertollano, una planta industrial que los sindicatos ya han calificado como "el complejo petroquímico de Europa con más accidentes mortales y graves". El embolsamiento pudo producirse en una torre de destilación de crudo, tal y como ha apuntado el presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina, o bien en "el techo flotante del tanque de almacenamiento de gasolina que luego se extendió por todo el tanque", como estiman los sindicatos Comisiones Obreras y UGT.

Lo que falta por saber es cómo pudo producirse dicha acumulación de gases y por qué no saltaron las alarmas. Un portavoz de Repsol YPF explicó ayer que no sólo todas las instalaciones tienen sistemas de alarma "sino que, como mínimo, cada alarma está duplicada, incluida esta, y existe un sistema de activación automático y otro manual". Estos medios explicaron que la alarma "tenía que haber saltado y con ella se hubiera puesto en marcha el mecanismo para evitar el proceso de acumulación de gases". Por ello, añadieron estas fuentes, "lo más importante es saber por qué no funcionaron esos sistemas".

El fallo de las alarmas será otra de las incógnitas que deberán resolver los investigadores. El propio presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, ha explicado que ésa es una de las prioridades de la investigación iniciada por la Consejería de Industria y Trabajo, en colaboración con inspectores de Trabajo. "La existencia de gas en un lugar no controlado e inadecuado debe ser imposible en una compañía como Repsol, porque tiene elementos detectores, testigos, para cuando surge una situación de riesgo por escape de gas", ha dicho Bono.

La investigación de la consejería se suma a la que ha iniciado una comisión formada por siete técnicos de Repsol y cinco sindicales (que arrancó a las diez de la mañana de ayer, tras cerrarse el día antes el protocolo de actuación y el de información al exterior). Ésta pretende reproducir hoy mismo cuál era la situación previa a la explosión y reconstruir el siniestro. Además, la autoridad judicial ya ha empezado a investigar de oficio, a fin de aclarar si existe algún tipo de responsabilidad penal en el siniestro que se ha cobrado seis muertos y mantiene pendiente de un hilo la vida de otros cuatro trabajadores. Incluso los trabajadores de las subcontratas solicitaron ayer la creación de otra comisión investigadora que incluya a representantes de dichas empresas.

El Gobierno de Bono ha anunciado que hará públicas las conclusiones de su investigación "en cuanto ésta esté terminada", ya que el objetivo, según explicaron ayer en la Consejería de Industria, es "que se adopten las medidas necesarias para alcanzar la seguridad y la salud en el trabajo en la refinería de Puertollano y evitar que se vuelvan a producir accidentes".

La tercera incógnita a despejar es dónde estuvo la chispa, el punto de ignición que provocó la espantosa deflagración de los gases y el incendio posterior. La devastación provocada por el incendio, con temperaturas elevadísimas debidas a la combustión de la gasolina, dificultará la identificación del punto de inicio, según explicaron ayer expertos en investigación de siniestros.

La Unidad Cien

Toda la zona afectada por el siniestro permanece acotada. "La situación en la zona de la explosión es caótica", explicó ayer una de las personas que ha accedido a ella, "y es posible que haya inutilizado la llamada Unidad Cien, la matriz de la factoría", un complejo que celebró el pasado 28 de mayo el 50º aniversario de su apertura.

En esa fecha, Cortina renovó el "compromiso medioambiental y de seguridad" que divulgó el 22 de enero, en el que decía: "Repsol YPF se compromete a conducir sus actividades de manera que se minimicen los impactos medioambientales negativos y se alcance un alto nivel de seguridad en sus procesos, instalaciones y servicios, prestando especial atención a la protección de los empleados, contratistas, clientes y entorno local".

Incidentes organizados

Los secretarios provinciales de CC OO y UGT en Ciudad Real, Jesús Camacho y Mayte Fernández, respectivamente, manifestaron ayer su convicción de que los incidentes registrados el lunes son obra de un grupo organizado y no responden al sentir del conjunto de los trabajadores de las subcontratas. Los incidentes se produjeron durante la concentración en memoria de las víctimas del siniestro de Puertollano.

El líder de Comisiones, José María Fidalgo, calificó de "injustos" los ataques contra las centrales durante la concentración. El máximo dirigente de UGT, Cándido Méndez, fue zarandeado antes de abandonar el Paseo de San Gregorio de Puertollano.

Mientras, Juan de Dios García, de 58 años, el trabajador que permanece ingresado en el hospital de la Paz, en Madrid, continuaba ayer con pronóstico "muy grave". También siguen graves los tres ingresados en el hospital de Getafe (Juan Carlos Boinestado, Tomás Muñoz y Juan Carlos Paz), aunque mantienen sus constantes vitales y permanecen estables.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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