_
_
_
_
Reportaje:

La millonaria diplomacia del anfitrión Berlusconi

'Il Cavaliere' teje su propia red de relaciones internacionales mediante invitaciones a sus espléndidas villas

En Porto Rotondo, donde se alza su villa La Cartuja, están acostumbrados ya al despliegue de seguridad que precede a la llegada de Silvio Berlusconi y su familia. La novedad este año es la llegada de tres navíos de guerra rusos con la misión de velar por la seguridad de uno de sus ilustres invitados, el presidente Vladímir Putin y su familia, que llegarán a Cerdeña el 29 de agosto. Desde que asumió la guía del Gobierno italiano, en junio de 2001, Berlusconi ha basado las relaciones internacionales de Italia en su gancho personal como anfitrión, gracias a su espléndida colección de villas por todo el país.

Putin pasará unos pocos días en Cerdeña, entre el 29 y el 31 de agosto. Pero la invitación ha sido planificada con cuidado. Su anfitrión, el primer ministro de Italia y el hombre más rico del país, ha embellecido la villa para acoger a un huésped que vendrá acompañado por una escolta personal integrada por más de cien personas, entre miembros de la seguridad, diplomáticos y funcionarios. La estancia en La Cartuja, que incluirá visitas al archipiélago de la Magdalena, espléndidas cenas y veladas al aire libre amenizadas por el cantante napolitano Apicella, servirán de antesala a la reunión formal que celebrarán Putin y Berlusconi en noviembre.

Más información
Berlusconi anima a los estadounidenses a invertir en Italia porque hay "bellísimas secretarias"

Il Cavaliere ha hecho de su fabulosa riqueza personal, materializada en las villas sardas, en sus residencias milanesas y en el castillo de Paraggi, en Portofino, elemento clave en su aproximación a los líderes políticos de todo el mundo. En septiembre del año pasado reunió a los líderes del Partido Popular Europeo (PPE) en esta misma finca, La Cartuja, convencido de que los espinosos asuntos políticos se digieren mejor en un contexto paradisiaco como éste y ante una mesa bien surtida.

Pero los líderes del PPE no eran los primeros en franquear las verjas de ese pequeño paraíso italiano. Según el periódico La Repubblica, de centro-izquierda, Silvio Berlusconi había invitado con anterioridad, a una u otra de sus espectaculares residencias, a varios primeros ministros de pequeños países: desde el primer ministro rumano, Adrian Nastase, al jefe del Gobierno libanés, Rafia Hariri, pasando por el primer ministro islandés y el jefe de Gobierno húngaro, Meter Medgyessy, aparte de las hijas de Putin.

Además de ejercer de anfitrión espléndido, Berlusconi fomenta las relaciones humanas entre los líderes políticos que se dejan, participando en actos tan íntimos como las bodas de sus hijos. El año pasado fue testigo del novio en la boda de Ana Aznar, hija del presidente español, con el ex secretario del PPE Alejandro Agag, y hace unos días ha hecho lo propio en el matrimonio de Tayyp Erdogan, uno de los hijos del primer ministro turco. En esta ocasión su afectuosidad estuvo a punto de causar un incidente diplomático. Il Cavaliere intentó a toda costa estrechar la mano de la novia, un gesto inaceptable en el mundo islámico.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Dicen sus enemigos que los líderes de los países que verdaderamente cuentan en la Unión Europea son refractarios a este tipo de diplomacia. Pero es algo que está por ver. El próximo viernes Berlusconi tendrá la oportunidad de demostrar hasta qué punto funciona el hechizo italiano cuando asista con el canciller alemán, Gerhard Schröder, a la representación de la ópera Carmen, de Bizet, en la Arena de Verona.

Es el primer gesto del canciller de deshielo con Italia, que canceló sus vacaciones en el país después del incidente protagonizado por Berlusconi en el Parlamento de Estrasburgo, cuando comparó al diputado alemán Martin Schultz con un capo nazi. Sólo que esta vez la iniciativa diplomática de sellar con una buena ópera las pequeñas rencillas no ha sido de Il Cavaliere, sino de Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea y próximo rival electoral.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_