Ningún fallecido estaba en nómina de la petrolera

Los seis fallecidos tras la explosión y posterior incendio de la refinería de Repsol YPF en Puertollano (Ciudad Real), el pasado jueves 14, trabajaban para empresas subcontratistas de la petrolera hispano-argentina.

Tres de ellos pertenecían a la compañía de ingeniería electrónica Isotrón, radicada en Asturias. Se trata de Mariano Bragado Sobrino, gijonés de 44 años, que murió en el momento de la explosión; Luis Paredes Durán, el más joven de los trabajadores muertos, de 20 años, que falleció la noche del día 15 en el hospital de La Paz; y Jesús Ángel Cervantes Blanco, de 41 años y natural de la localidad orensana de Carballiño. Dos de sus compañeros siguen hospitalizados en estado muy grave en La Paz y en el hospital de Getafe (Madrid).

Otros dos fallecidos prestaban sus servicios en la subcontrata Navarro Piquer. Roberto Fernández Murillo, de 23 años y natural de Puertollano, y Gil Remigio Ruiz Quilón, de 53 años, nacido en el municipio de Abenojar (Ciudad Real). Ruiz Quilón realizaba labores de albañilería

El sexto fallecido, Josep Artigas Pérez, trabajaba en la constructora Copisa. Dos compañeros suyos permanecen internados en la unidad de quemados del hospital de Getafe.