Las lluvias no evitan que baje el agua embalsada y los pantanos de la CHJ se sitúan al 30%

A pesar de que el nivel de agua en los embalses valencianos es mejor que en anteriores veranos y de las precipitaciones del fin de semana, en los últimos días las reservas de los pantanos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) han bajado en 35,62 hectómetros cúbicos. Con este descenso, los embalses de la CHJ se encontraban ayer al 30,55% de su capacidad. Lo que sí aliviaron las lluvias fue la sequedad del campo, que vive un verano duro con temperaturas muy altas. Las organizaciones agrarias coincidieron ayer en calificar las últimas lluvias de beneficiosas.

El Ministerio de Medio Ambiente cifró ayer las reservas de agua en los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar en 1.114,98 hectómetros cúbicos, de los algo más de 3.322 hectómetros cúbicos de capacidad. Esta cifra se registró tras un descenso de 35,62 hectómetros cúbicos en los últimos ocho días. Este descenso fue más acusado en el embalse de Alarcón, el de mayor capacidad de la CHJ, que registró un descenso de reservas de casi 17 hectómetros cúbicos. Las reservas de este pantano se situaron al 28,88% de su capacidad. Con todo, el agua embalsada en este pantano, 321,17 hectómetros cúbicos, representa un tercio del total disponible en los pantanos de la CHJ. Significativos también fueron los descensos de las reservas en los embalses de Benageber, Contreras y Tous-La Ribera.

Sólo cuatro de los 26 pantanos de esta confederación hidrográfica, por el contrario, registraron un aumento del agua embalsada en comparación con una semana antes. Aumentos que en la mayoría de los casos fueron poco significativo. Sólo La Muela vió aumentar su caudal disponible en algo más de cinco hectómetros cúbicos.

La mejor situación de reservas la presentan los pantanos de Sichar, al 92,22% de su capacidad total y Cortes II, al 90,40%. Tras ellos, los pantanos de Arquillo de San Blas (89,09%), La Muela (88,39%), Ulldecona (87,61%) y el Regajo (85,19%) también destaban ayer por su alto nivel de agua almacenada. Los embalses de Escalona, al 4,53% de capacidad, el de Bellus, al 6,31% de su capacidad o el de Contreras, con un 12,72%, se sitúan entre los pantanos con menos reservas hídricas y todos ellos perdieron agua embalsada en la última semana en comparación con ocho días antes.

Fuentes del sector agrario destacaron ayer que el descenso en el agua embalsada en la última semana no es "alarmante" por la buena situación con la que los pantanos valencianos encararon el verano tras un buen invierno y en este sentido recordaron, por ejemplo, que la situación hídrica del embalse de Alarcón este verano es mucho más boyante que la de otros periodos estivales.

Y si las últimas lluvias no parecen haber servido para mejorar las reservas de los embalses de la CHJ sí han aliviado la sequedad que está sufriendo este verano el campo valenciano. La Unió de Llauradors i Ramaders-COAG y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) coincidieron en calificar ayer las últimas precipitaciones de "positivas" para el sector agrario.

El secretario general de La Unió de Llauradors, Joan Brusca, subrayó el beneficio que la lluvia ha supuesto especialmente para cítricos, almendros y olivos.

Brusca también recordó que el campo valenciano está sufriendo un verano muy seco que en algunos puntos del interior de Castellón y Valencia se traduce en restricciones en el suministro de agua que afecta a algunas granjas. El agua también servirá, según el dirigente agrario, para "paliar en parte las pérdidas" en las cosechas consecuencia de las altas temperaturas registradas en los últimos meses. "Venimos de un periodo muy seco y el agua ayuda a ahorrar riegos en general y beneficia especialmente a las cosechas de secano, pues refresca el ambiente y disminuye las plagas", argumentó el responsable de la Unió de Llauradors i Ramaders en unas declaraciones recogidas por por la Agencia Efe.

En la misma línea se pronunció el responsable del departamento de Seguros de AVA-ASAJA, Isidro López, que ayer defendió que las lluvias han beneficiado a la tierra porque en la mayoría de los casos no ha caído granizo y y el que ha caído no lo ha hecho con mucha fuerza.

A pesar del beneficio general, las inclemencias meteorológicas del pasado fin de semana también han provocado daños en el sector agrario. En algunos puntos concretos de la geografía valenciana, el granizo (que en algunos puntos del territorio fue de gran tamaño) puede haber ocasionado fuertes pérdidas, sobre todo en las infraestructuras rurales. Ninguna de las dos organizaciones agrarias valencianas, en cualquier caso, quiso cifrar las pérdidas económicasque coincidieron en señalar como puntuales y difíciles de cifrar.

Riesgo de gota fría

Joan Brusca mencionó que algunas zonas afectadas por las tormentas, como el Camp del Turia, el Rincón de Ademuz y La Costera, han sufrido, "daños y pérdidas localizados, pero incluso con el granizo, el resultado de las lluvias es muy positivo". A juicio del dirigente agrario valenciano, "los agricultores deben permanecer atentos, porque de continuar así y ante el riesgo de 'gota fría', lo que ahora es positivo puede volverse en negativo".