El difícil reto del 'motivador'
Adolfo Lagos Espinosa (México DF, junio 1948) es mexicano, pero algunos dicen que parece alemán. Organiza sus tareas de forma metódica y, cuando tiene decidido el objetivo, es más pertinaz que la peor sequía. Dice a sus colaboradores que, "cuando sabes cuál es el punto de inicio y el final, en el camino no puedes parar a replantearte la misión. Primero, llega, y luego, piensa el siguiente paso".
Con este planteamiento ha aceptado su último reto y puede que el más atrevido. En mayo pasado asumió la dirección general de Banca Mayorista de Santander Central Hispano (SCH). El puesto es una silla caliente, ya que su antecesor, José Manuel Arrojo, abandonó el barco tras las caídas de resultados y la falta de sintonía con la alta dirección. La banca mayorista incluye el negocio de tesorería, Bolsa, banca de inversión y banca corporativa.
Lagos es consciente de que ha cogido un tren con la máquina averiada. En 2002, esta división ganó 176 millones de euros, con un descenso del 52,8% sobre lo obtenido el año anterior. Hasta junio pasado la caída se aminoró, ya que el resultado fue un 27,6% inferior al del primer semestre de 2002. Para agudizar esta situación, el mayor competidor, el BBVA, vive momentos dulces en banca mayorista, con crecimientos del 25,7%. Además de los resultados a la contra, el reto de Lagos es la organización interna y la motivación de los casi 2.500 empleados que trabajan en las 37 oficinas que tiene la división en todo el mundo. Esta área ha sufrido muchos cambios, por lo que no será fácil aunar equipos. Quizá para esta labor pueda recurrir a viejos métodos que le dieron resultado en México.
Una de las grandes pasiones de Lagos es la buena mesa. En una ocasión ofreció como incentivo a los directores de oficina que superaran los ambiciosos objetivos que les había marcado una buena paella en el jardín de su casa. La peculiar experiencia incluía que Lagos fuera el cocinero y que los directores generales serían los encargados de servir la comida a los mejores directores de oficina. La operación fue un éxito.
Lagos trabaja para el SCH desde mayo de 2000, cuando este grupo compró el mexicano Serfín. En esta entidad ha desarrollado funciones ejecutivas ligadas a las tarjetas y a la banca comercial. Antes, Lagos, de quien dicen que siempre responde a las llamadas y correos electrónicos, fue alto ejecutivo de Bancomer, que ahora gestiona el BBVA. Sin embargo, los orígenes de Lagos, que pertenece al selecto club del MIT (Massachusetts Institute of Technology, de Boston), están relacionados con la informática, ya que fue director ejecutivo de Sistemas.
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