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Un juzgado investiga la paliza de unos grafiteros a un vigilante del metro

Un juez de Madrid investiga la paliza que dio un grupo de 15 grafiteros, provistos de bates de béisbol y tubos de hierro y palos con clavos en los extremos, a un jefe de seguridad de las cocheras de Metro de Cuatro Vientos. Los hechos ocurrieron el pasado 8 de julio, pasada la 1.30 de la madrugada. Cuando la víctima, Antonio M. R., se hallaba en su puesto de control observó a cinco personas dentro de las cocheras y se dirigió hacia ellas. Al llegar al lugar, vio que no eran cinco, sino 15, los individuos que se habían colado en el recinto y que ya habían comenzado a pintar vagones del metro. Todas ellas, salvo dos, portaban objetos contundentes y muy peligrosos, como tubos de hierro y palos con puntas en sus extremos.

La víctima, al observar los daños que estaban causando con las pinturas en los vagones, sacó su porra para tratar de amedrentar a los jóvenes. Pero, lejos de asustarse, cinco de ellos se abalanzaron sobre el guardia y la emprendieron a golpes. Además, lo arrojaron contra la vía y se golpeó en la cabeza. Mientras era agredido por cinco de los jóvenes, los otros seguían pintando los vagones del metro, indiferentes a la paliza que recibía el vigilante de seguridad. Tras más de quince minutos rociando los vagones con pintura, uno de ellos sacó una cámara y grabó las pintadas realizadas, en medio de las risas de los demás.

Daños importantes

La víctima sufrió lesiones en el pecho, brazos y en uno de los tobillos. En concreto, pintaron unos noventa metros cuadrados de vagones. Los daños ocasionados a los trenes han sido tasados en más de 1.500 euros (unas 250.000 pesetas). Los agresores, según la víctima, eran jóvenes de entre 18 y 21 años.

Una compañera de la víctima, que llegó más tarde al lugar, también fue agredida en otra parte de los coches, por lo que su compañero Antonio M. R. no presenció ese ataque. La violenta pandilla de grafiteros accedió a las cocheras tras violentar con un destornillador tres barras de la valla que bloquea la entrada al citado lugar.

El juez que se ha hecho cargo de estas pesquisas ha pedido a la compañía Metro que le aporte las grabaciones hechas con cámaras de seguridad existentes en la zona con la finalidad de ver si en ellas figuran imágenes de lo acontecido y para tratar de identificar a los agresores.

Los grupos de grafiteros que se dedican a pintarrajear los vagones del metro están en auge en la capital. Y los hay, como éste, muy violentos, según fuentes cercanas a la investigación. Hace unas semanas, otros dos vigilantes de seguridad del metro también recibieron una paliza cuando trataban de impedir a otros grafiteros que pintasen los vagones del metro en la estación de Plaza Elíptica. En esa ocasión, uno de los grafiteros usó una cámara para grabar la agresión a los vigilantes. La moda de pintar los vagones está costando muchos millones a la compañía.

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