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Calendario / 15 de agosto de 1986 | HUMOR
Columna
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Un cuento chino

Ha dicho Felipe González desde Mallorca, tras ver al Rey, que "no hay, no ha habido y no habrá negociaciones con ETA". Curiosamente, a nadie le ha llamado la atención que la frase se entienda, como si eso fuera normal en Felipe. Desde que trató a Deng Xiao Ping, el chino que le contó un cuento de gatos de colores ("gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones"), González habla con circunloquios e indirectas, como si él fuera un chino sabio y todos los españoles Pequeños Saltamontes, incluidos Adolfo Suárez y Nicolás Sartorius, que son quienes han pedido negociar con ETA. Felipe dice no, y eso que la generosidad de ETA es impresionante: según Xabier Arzalluz, la banda terrorista está dispuesta a hablar de todo. Según Juan Mari Bandrés, Arzalluz pretendió en su día que ETA-pm siguiera la lucha armada, pero quién repara ahora en eso.

Además, ¿no ven todos que Felipe nos ha metido en Europa, ha ganado lo de la OTAN él solo, y ha repetido mayoría absoluta? Si Maradona es la mano de Dios, Felipe es Dios en persona, y hasta Dios descansó el séptimo día. Ha modernizado el país, tiene prácticamente controlada la inflación, ha universalizado la educación, la sanidad y el paro, nos garantiza las pensiones y apunta la recuperación económica. ¿Qué más queremos? De riñas entre socialistas no quiere ni oír hablar. Cosas de críos.

-Oiga, que su nene le ha sacado la lengua al mío.

-Eso son cosas de críos, hombre.

-Sí, pero ahora ¿cómo se la pego?

Con su proverbial modestia, Boyer ha dado una conferencia en Santander y ha dicho que, una de dos, o el Gobierno hace todo lo que él dice o España va al suicidio. Guerra ha contestado, con su proverbial bonhomía, que Boyer es un político frustrado. Boyer ha replicado que estamos en un país libre. Guerra le ha hecho una pedorreta, Boyer ha sacado morritos, y etcétera, etcétera. Los socialistas pueden permitirse eso y más, porque la oposición más cercana está a ochenta escaños de distancia, o más, porque la mayoría natural se ha desintegrado y a Fraga se le han fugado 60 diputados al Grupo Mixto, que se dice pronto. Los socialistas, si quieren, hacen otro referéndum sobre la OTAN y siguen ganando elecciones. Aunque Carlos Solchaga deje el Gobierno para casarse con Isabel Pantoja.

A partir de septiembre, el que avisa no es traidor, Felipe empieza a ocuparse del mundo. España se le queda pequeña. Miterrand, Köhl, Thatcher... Ésos son sus interlocutores, no Gerardo Iglesias... ¡ni Nicolás Redondo! No fastidien. Felipe está para guiar a Mijaíl Gorbachov en su perestroika, que tras el petardazo de la central nuclear de Chernóbil está pasando apuros. Hay que convencer a Ronald Reagan para que se deje de apoyar a la Contra en Nicaragua y ayude al aperturista Gorbachov. ¿O es que queremos reforzar a los dirigentes de Alemania Oriental, que ayer conmemoraron el 25º aniversario del muro de Berlín con desfiles y artillería?

Felipe va a poner a España en el mapa. Mañana mismo reconocemos la oficina de la OLP en Madrid, se ponga como se ponga Israel. Ojo, a ver si Felipe se mete en lo de Oriente Próximo y lo resuelve. Y el 1 de septiembre, sin falta, pedimos el ingreso en el G-10. ¿Que dicen qué? ¿Un lío de administraciones de loterías que se han autoconcedido cargos socialistas? No me fastidien, hombre. Felipe no está para cochambres.

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