Mayoristas en pleno centro
La plaza de Cascorro y aledaños está considerada como centro histórico de la ciudad y comprende numerosos edificios catalogados con la máxima protección. Por sus características es una zona que debería ser cuidada y protegida en diversas facetas: fachadas, exteriores de comercios, tráfico rodado...
En cuanto a las fachadas de los edificios, los vecinos del barrio estamos haciendo un gran esfuerzo a diversos niveles: en primer lugar monetario, pues estamos gastando mucho dinero en rehabilitar nuestros edificios y dejarlos lustrosos para sentirnos orgullosos de ellos, no sólo nosotros, sino todos los vecinos de Madrid. Y en segundo lugar, estamos dejándonos la salud por tener que aguantar constantes obras, con ruidos durante todo el día, suciedad, contenedores dejados en todos lados, incluso en aceras y pasos de cebra (por ejemplo en Tirso de Molina), camiones, andamios que impiden la movilidad... El Ayuntamiento nos somete a controles muy estrictos para poder obtener subvenciones.
Con la llegada de los comerciantes chinos al barrio no se respetan los rótulos, poniendo cada uno el que le da la gana y cada cual más hortera. Mientras nosotros sudamos para conseguir una licencia de obra, vemos con impotencia cómo estos comerciantes hacen obras a pie de calle sin licencia, modificando fachadas protegidas e interiores. A pesar de las denuncias siguen haciéndolo. Denuncias que no tendríamos que poner si los agentes municipales cumplieran con su obligación.
¿De qué sirve cumplir con todas las normas y controles que nos exige el Ayuntamiento si luego viene un comerciante mayorista y coloca un cartelón en amarillo chillón en plena fachada?
El comercio al por mayor ha acabado completamente con la vida del barrio. Los pequeños comercios tradicionales han desaparecido casi en su totalidad. Hay que resaltar que la comunidad china juega con gran ventaja frente a los españoles. Por un lado, reciben recortes de impuestos o están exentos de ellos debido a tratos con su gobierno. Por otro lado, la mayor parte (si no todos) de los comercios están controlados por la poco aparente mafia china, que se dedica a explotar a sus compatriotas consiguiendo enormes plusvalías que invierten en comprar negocios en la zona.
Un español hoy día no puede competir con el mayorismo por un local en la zona. No hay posibilidad para nosotros de acceder a un local, pues se piden precios desorbitados, sólo accesibles con dinero negro. Sabemos por comerciantes y vecinos que los chinos pagan al contado los millones que sean. Por supuesto no hay pruebas para demostrarlo, y veríamos quién es el valiente...
Despeatonalizar la calle de Mesón de Paredes ha tenido unas consecuencias funestas para la zona. También el ensanchamiento de las calzadas y adoquinarlas, pues ahora los vehículos no tienen obstáculos para ir a gran velocidad en un área declarada residencial (no más de 20 kilómetros por hora) y el adoquín no absorbe el sonido, sino que lo refleja. Las aceras en cambio siguen siendo del mismo ancho y en muchas zonas insuficiente para pasar una persona, como en la calle de la Esgrima.
A pesar de las reiteradas denuncias presentadas en la Junta de Centro y las llamadas al 092 nada cambia. Tenemos que aguantar que los pasos de cebra y las aceras estén constantemente bloqueados con vehículos. La doble y triple fila es perenne y origina enormes atascos con pitidos y contaminación, ya que muchas veces impiden maniobrar a otras furgonetas y camiones.
Los comerciantes sacan sus cajas vacías y embalajes a cualquier hora del día. Los vecinos les dimos información de horarios de recogida incluso traducido al chino, y siguen sin respetar nada. Hacen la carga y descarga de madrugada y los días de fiesta sin importarles nada. También estamos hartos de denunciar esto. Total, que las calles suelen estar limpias 10 minutos al día, los cinco minutos después de haber pasado los camiones de recogida. Imagínense que a los vecinos nos diera por tirar la basura desde los balcones de nuestra casa a la calle en vez de depositarlos en contenedores. Pues esto es lo que hacen los comerciantes mayoristas.
Los vecinos hemos enviado propuestas y planes realistas y viables para mejorar la zona, no todo van a ser denuncias quejándonos y no hemos recibido nunca respuesta, siempre el mismo silencio que raya en el desprecio.
