Gil recupera Marbella gracias a los tránsfugas

Un heterogéneo conglomerado integrado por concejales del GIL fieles al fundador del partido, socialistas expulsados del PSOE y andalucistas expedientados por la dirección del PA se hizo ayer con el poder en Marbella. Al término de un tumultuoso pleno, rodeado de abucheos y gritos, Marisol Yagüe, fiel a Jesús Gil, inhabilitado judicialmente para ejercer el cargo, tomó el bastón de alcaldesa. Lo único que se sabe del nuevo equipo de gobierno es cómo se repartirá el poder, pero no cuáles son sus planes para la ciudad.

Las previsiones se cumplieron, y la moción de censura contra el alcalde Julián Muñoz, que hace menos de tres meses ganó por mayoría absoluta las elecciones al frente del GIL, salió adelante y ha sido desbancado por su ex compañera de candidatura Marisol Yagüe. Ésta contó con el apoyo de 8 de los 15 concejales de su partido, formalmente disuelto, 3 de los 5 socialistas y los 3 andalucistas, que llegaron todos juntos al Ayuntamiento a bordo de un autobús con escolta policial.

Ni el PSOE, que expulsó a sus ediles díscolos, ni el PA, que amenazó con expedientar a los suyos, pudieron impedir que se consumara la operación, bendecida públicamente por Jesús Gil.

En su discurso como aspirante, la nueva alcaldesa justificó la moción de censura apelando a la necesidad de "evitar males mayores", pero eludió explicar cuáles son sus planes para la ciudad.

Julián Muñoz, alcalde hasta ayer, abandonó el pleno profiriendo gritos contra Jesús Gil y sin esperar a que su sucesora jurase el cargo. Ángeles Muñoz, portavoz del PP, único partido que se ha mantenido al margen de la polémica, alegó que se trataba de elegir "entre un pasado ruinoso y un futuro con las mismas expectativas y los mismos autores". Unas 400 personas, la mayoría favorables al derrocado alcalde, siguieron el pleno desde el exterior del Consistorio.