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Necrológica:NECROLÓGICA
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Frederick C. Robbins, premio Nobel por su investigación sobre la polio

Frederick Chapman Robbins, que compartió el Premio Nobel en 1954 por descubrir cómo cultivar virus de la poliomielitis en laboratorio, ha fallecido a los 86 años. Robbins, que murió la pasada semana a causa de una insuficiencia cardiaca congestiva en Cleveland, era decano emérito de la Facultad de Medicina de la Case Western Reserve University, con la que estaba asociado desde hacía más de cincuenta años.

La investigación pionera, realizada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard con John F. Enders y Thomas W. Weller, permitió el desarrollo no sólo de la vacuna de la polio, sino también de las vacunas contra enfermedades virales como el sarampión, las paperas y la rubéola. Su método de cultivo de virus condujo a muchos descubrimientos sobre la naturaleza molecular de estos organismos y sobre su amplia implicación en las enfermedades humanas, incluidos ciertos cánceres.

Robbins nació en Auburn, Alabama, en 1916, hijo de un botánico que posteriormente se convirtió en director del Jardín Botánico de Nueva York. Tras estudiar en la Universidad de Misuri, donde jugaba al polo y recibió condecoraciones por su habilidad como jinete, Robbins asistió a la Facultad de Medicina de Harvard, donde obtuvo la titulación médica en 1940.

Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en un laboratorio de diagnóstico de Italia estudiando los brotes de hepatitis que se producían entre los soldados y una enfermedad conocida como fiebre Q. Después de la guerra, retomó su formación en pediatría en el Children's Hospital de Boston, y después consiguió una beca en el laboratorio de Enders, un virólogo de Harvard.

Cuando Robbins, Enders y el antiguo compañero de clase de Robbins, Weller, empezaron sus estudios juntos, los científicos habían dado grandes pasos en la lucha contra las enfermedades bacteriológicas. Recientemente se habían descubierto los antibióticos penicilina y estreptomicina, y la tasa de mortalidad provocada por infecciones bacterianas había disminuido más del 90% desde el comienzo del siglo XX. Pero los virus estaban demostrando ser unos enemigos mucho más difíciles, en parte porque resultaba extremadamente difícil cultivarlos en laboratorio.

"Para estudiar el virus de la polio había que inyectar en la columna vertebral o en el cerebro de un mono material procedente de pacientes de polio, y después había que matar a los monos y examinar su columna vertebral y sus cerebros; era realmente muy complicado", explica Samuel Katz, profesor de Pediatría en la Universidad Duke, de Durham, Carolina del Norte, que trabajó con Robbins.

En 1949, Robbins, Enders y Weller informaron de que habían conseguido cultivar virus de la polio en células embrionarias nerviosas, epiteliales, musculares e intestinales. Demostraron que el aspecto de las células cambiaba a medida que el virus se multiplicaba, y que dicho cultivo podía utilizarse para detectar el virus en muestras obtenidas de los pacientes enfermos. "La importancia fue mucho más allá de la polio. Abrió el campo de la virología humana", declara Katz. El trabajo, por el que los científicos recibieron conjuntamente el Premio Nobel en Fisiología y Medicina de 1954, permitió a Jonas Salk y a Albert Sabin cultivar virus de la polio y desarrollar vacunas contra la enfermedad en los cincuenta y principios de los sesenta.

Anteriormente, la enfermedad -que ataca principalmente a los niños, invadiendo las células nerviosas y causando parálisis- provocaba cada año discapacidades a miles de niños del mundo desarrollado. Algunos se mantenían vivos sólo mediante el uso de "pulmones de acero" que controlaban su respiración. Ahora, gracias al esfuerzo lanzado en 1988, los casos anuales de poliomielitis han disminuido de 350.000 a 1.919 en 2002, y la enfermedad es sólo endémica en siete países.

Robbins fue presidente de un comité independiente que se ocupaba de supervisar el esfuerzo de erradicación en el continente americano. En 1952 se trasladó a Cleveland, donde fue profesor y decano de la actual Facultad de Medicina de la Case Western Reserve University. Se jubiló en 1980. Desde 1980 a 1985 fue presidente del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de Washington, DC, e influyó en la acción para combatir la nueva epidemia del sida.

Entre sus múltiples actividades, organizó una colaboración entre su Facultad de Medicina y el Gobierno de Uganda para luchar contra las infecciones de sida y de tuberculosis en ese país.-

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