Un hombre confiesa haber dado muerte a puñaladas a su mujer y a una amiga

Un hombre de 58 años confesó ayer haber asesinado en Mallorca a su esposa y a una amiga durante la noche anterior. Jordi Antolí Florit explicó que había apuñalado primero a su mujer en Palma y tras recorrer 40 kilómetros asesinó, también a puñaladas, a su segunda víctima en la Colònia Sant Jordi. Luego intentó dos veces suicidarse. En el segundo intento estampó su coche contra una columna de un puente cercano a Palma. Allí fue asistido por la Policía Local, a la que confesó su doble crimen. Contra Antolí no se habían presentado denuncias por malos tratos.

Jordi Antolí actuó primero en su casa del barrio de Santa Catalina, donde vivía con su mujer, María Asunción Llambés Giménez, de 60 años. La apuñaló en la cama. Acto seguido cogió su coche y se desplazó a la localidad costera de la Colònia de Sant Jordi, situada a unos cincuenta kilómetros de la capital, según confesó. Tras un trayecto de poco más de una hora asesinó con el mismo cuchillo a Margarita Veny Bonet, de 58 años, a quien visitaba con cierta asiduidad, según confirman vecinos del pueblo.

Poco después, el presunto homicida intentó suicidarse sin éxito en dos ocasiones. En la misma casa de su segunda víctima Antolí se lesionó en el abdomen y el pecho con el arma homicida, pero sólo fue capaz de infligirse unos cuantos cortes superficiales. De regreso a Palma, pasadas las tres de la madrugada, lo intentó de nuevo. Esta vez estrelló su coche violentamente contra el pilar de un puente de la autovía. Tampoco consiguió su objetivo. Lo atendieron unos agentes de la Policía Local, que de repente se vieron soprendidos por la confesión de Antolí, según explicó el comisario de la Policía Local de Palma, Enrique Cabello, a Radio Mallorca.

El presunto autor de los asesinatos, que se encontraba muy nervioso tras el accidente, aseguró a uno de los agentes: "Usted no tiene idea de lo que ha pasado esta noche. Con mi mujer y mi querida hemos hecho un pacto y hemos decidido quitarnos la vida". Siguiendo las indicaciones de Antolí, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil acudieron a los domicilios de las víctimas. Al llegar a sus respectivos hogares hallaron los cuerpos, ya sin vida, de las dos mujeres, tendidos sobre sus camas y con profundos cortes y heridas provocadas por un cuchillo.

Vecinos de la Colònia de Sant Jordi explicaron ayer que hacía años que el hombre visitaba a la víctima en su casa, pero dijeron desconocer la naturaleza de la relación entre ambos. La muerte de la mujer, que pertenecía a una familia conocida en la zona y que ejercía de cocinera en un restaurante, sorprendió sobremanera a su entorno familiar, que rehusó hacer declaraciones al respecto. Sus compañeros de trabajo se mostraban ayer aturdidos y muy afectados por la noticia.

En la barriada de clase media donde vivía el matrimonio desde hace más de quince años, se consideraba a Antolí y su mujer como "una pareja tranquila y sin problemas". El matrimonio no tenía hijos.

Ruidos en la noche

Durante la noche del crimen un vecino escuchó una fuerte discusión en el piso de la pareja. El detenido, que tras su confesión fue ingresado en el Hospital General de Palma para el tratamiento de sus heridas, pasó ayer a disposición judicial. Anoche permanecía ingresado en una habitación del centro sanitario, bajo una estricta vigilancia policial.

Antolí ejercía su profesión de masajista en un centro psiquiátrico de Palma, y compaginaba esta actividad con su afición a la quiromancia y la santería. Acostumbraba también a recibir a amigos y vecinos en su casa para ofrecer sus servicios de masajes. Hace tan sólo un mes fue operado de un tumor maligno en un pulmón.

Fuentes de la Policía Local afirmaron que el supuesto "pacto" para "quitarse la vida" entre el hombre y las dos mujeres, que aparentemente no se conocían entre ellas, sólo fue mencionado en un primer momento por Antolí. Las primeras investigaciones se prolongaron durante todo el día de ayer a cargo de la Policía Nacional.

En lo que va de año ya son 46 las mujeres muertas por sus parejas o ex parejas. El número de asesinadas supera ya en cuatro a todas las víctimas del año pasado.