La policía detiene en Portugal a 26 sospechosos de causar incendios

La policía judicial portuguesa ha detenido a 26 personas en los últimos días dentro de una gran operación, en la que participan 400 agentes, para intentar aclarar la causa de los incendios que han llevado al Gobierno a declarar el país zona catastrófica. Ayer fueron detenidas 11 personas, entre ellas un antiguo bombero. En el municipio de Vila de Rei (150 kilómetros al noroeste de Lisboa), consumido en el 95% por las llamas, se encontraron los restos de una bomba incendiaria, aparentemente lanzada desde el aire.

El hallazgo corrobora las acusaciones de la población: "Cuando oímos un avión ya sabemos que va a empezar un incendio", afirmó a este periódico un vecino del municipio de Vila de Rei.

En el distrito de Leiria, al norte de Lisboa, la policía detuvo a siete hombres sospechosos de incendiar una zona protegida de pino bravo. Las autoridades sospechan que forman parte de una banda organizada contratada para provocar incendios. El director nacional de la Policía Judicial, Adelino Salvado, informó de que puede haber "intereses económicos" detrás de estos grupos.

Una parte importante de la economía portuguesa depende de los bosques. El corcho, la madera, el papel y la celulosa representan un 10% (2.700 millones de euros en 2002) del total de exportaciones, según datos del Ministerio de Economía. Ayer el ministro de Agricultura, Sevinate Pinto, se reunió con las asociaciones de empresarios del sector para intentar mantener el precio de las maderas. Pero con la cantidad de bosque quemado -se estima que unas 54.000 hectáreas han sido calcinadas en una semana-, los propietarios dudan de que se pueda evitar la especulación. La Federación de Productores Forestales estima que los daños causados por los incendios son de 270 millones de euros.

Portugal vivió ayer un día bastante tranquilo, aunque docenas de incendios seguían activos, principalmente en la ya muy castigada zona centro. Dos cuerpos más fueron encontrados carbonizados durante la madrugada y un anciano murió en el hospital tras sufrir quemaduras graves el sábado. En total, 14 personas han fallecido hasta ahora.