Hallado en Valencia un piso de los etarras que atentaron en Alicante y Benidorm
La policía encuentra 2,8 kilos de dinamita, dos bombas lapa y notas de posibles objetivos
La policía registró ayer en Valencia un piso utilizado por Jon Joseba Troitiño y Asier Eceiza, supuestos miembros de ETA a los que se atribuyen los dos atentados del 22 de julio en Alicante y Benidorm, que causaron 13 heridos. En el interior del apartamento los agentes hallaron 2,8 kilos de dinamita Titadyne y dos fiambreras listas para ser utilizadas como bombas lapa. La detección de la vivienda se debió a que el administrador que intervino en el alquiler apreció "algo raro" en la documentación aportada por los inquilinos y la entregó a la policía, que comprobó que había un DNI falso.
Troitiño y Eceiza no volvieron a la vivienda al difundirse sus fotos tras los atentados
Los vecinos del barrio de Malilla de Valencia se despertaron ayer sobresaltados por el despliegue policial organizado para registrar el piso franco utilizado por los presuntos etarras Jon Joseba Troitiño y Asier Eceiza, considerados responsables de los atentados del 22 de julio contra el hotel Bahía, de Alicante, y Nadal, de Benidorm, con los que la banda terrorista inició su campaña veraniega contra intereses turísticos. El doble ataque causó heridas a trece personas.
A primera hora de la mañana, varias furgonetas del Cuerpo Nacional de Policía rodearon el portal del número 77 de la calle de Juan Ramón Jiménez . Los agentes llamaron puerta por puerta a los vecinos para recoger información sobre los jóvenes que tenían alquilado el apartamento número cuatro del inmueble, situado en la primera planta.
En el interior de la vivienda encontraron 2,8 kilos de dinamita Titadyne, ocho detonadores eléctricos, temporizadores, dos fiambreras listas para su utilización como bombas lapa, imanes para la sujeción de éstas a los bajos de los vehículos, así como diverso material para la elaboración de explosivos. Entre la documentación requisada había un manual para la confección de bombas y el robo de vehículos, mapas de varias ciudades, recortes de periódicos de la Comunidad Valenciana y anotaciones manuscritas que, según fuentes policiales, pueden corresponder a objetivos de la banda terrorista.
Los presuntos miembros de ETA ocuparon la vivienda en junio, según Juan Cotino, delegado del Gobierno en Valencia. La pista sobre su utilización por parte de la banda terrorista partió del administrador que actuó como intermediario en el contrato de alquiler del piso. Éste, que según el propietario del inmueble había manifestado que los nuevos inquilinos parecían "gente rara", sospechó de la documentación entregada por Troitiño y Eceiza y decidió avisar a la policía, que comprobó que entre los documentos entregados había un DNI falso.
La policía puso en marcha un dispositivo de vigilancia en torno al piso. Tras advertir a su propietario de que no se acercara al mismo, comenzó a interrogar a los dueños de locales cercanos y demás vecinos. A la vista de que la espera no ofrecía resultados, decidió intervenir. Los presuntos miembros de ETA "probablemente" no volvieron al lugar tras los atentados, indicó Cotino, debido a que sus fotografías fueron entregadas a los medios de comunicación con el objetivo de que las difundieran. Esto explicaría el abandono de los explosivos y del resto del material.
La publicación de las fotografías produjo, según el delegado del Gobierno, que "muchísimos ciudadanos proporcionaran valiosas pistas para la investigación".
El propietario de la vivienda negó ayer haber visto a los presuntos terroristas, ya que el alquiler del inmueble y el pago del mismo se efectuó a través del administrador. El piso intervenido se encuentra próximo a la salida de Valencia hacia Alicante por la autopista A-7, lo cual habría permitido a los terroristas trasladarse con facilidad hacia el sur de la costa valenciana.
Los vecinos del barrio, de clase trabajadora, mostraban ayer su sorpresa por el hecho de que tan cerca de sus viviendas se hubiesen alojado los dos presuntos miembros de ETA. Abrumados por la numerosa presencia de medios de comunicación y el despliegue policial, los residentes resaltaban sobre todo el peligro que representaban los explosivos. "Como para haber saltado todos por los aires", comentaba una vecina que había ido a comprar en la tienda de alimentación que se encuentra a dos portales del número 77 de la calle de Juan Ramón Jiménez.
Josefa García, que reside en la puerta 19 del mismo inmueble, relataba ayer que a primera hora de la mañana unos policías llamaron a su casa. "Lo primero que hice fue pensar que les había pasado algo a mis hijos, pero enseguida me explicaron que se trataba de los etarras que habían puesto las bombas en Alicante y Benidorm. No los había visto en mi vida".
Como García, casi todos los vecinos cercanos al piso negaron ayer haberse cruzado con Troitiño y Eceiza. Una de las pocas excepciones fue un taxista que se acercó al lugar tras haber escuchado la noticia por la radio. Ricardo Marrón aseguró "tener la impresión" de que "hace menos de una semana" Joseba Troitiño se subió a su vehículo, "aunque estaba un poco más grueso que en la foto que me han enseñado". "Le noté un acento del norte y me dijo que era de Navarra. Me contó que había estado trabajando en algunos municipios turísticos de la costa y que estaba interesado en encontrar un local aquí, en Valencia, para trabajar como camarero. Cuando he visto su foto lo he relacionado", indicó, aunque su testimonio no había sido contrastado por la policía.
El propietario de la puerta de enfrente de la ocupada por los presuntos terroristas reconoció también que su mujer se había encontrado con ellos en una ocasión. "Me dijo que ya había inquilinos en la puerta cuatro, pero yo no los llegué a ver nunca, ni siquiera escuché una televisión o una radio; era como si no viviera nadie".
Algunos vecinos recordaban ayer que en 1990 ETA hizo estallar un coche bomba en la calle de Amparo Iturbi, cercana a donde se ha localizado ahora el piso usado por ETA. En aquella ocasión, 12 personas resultaron heridas por la explosión.
El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, se felicitó por la colaboración mostrada por los ciudadanos, y anunció una ley de víctimas del terrorismo en el ámbito de la comunidad autónoma.
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