Greenpeace califica de "desastrosa" la situación de las costas españolas y señala más de 1.700 "puntos negros"

La organización ecologista Greenpeace calificó ayer de "desastrosa" la situación del litoral español, al presentar el informe Destrucción a toda costa 2003. Greenpeace identifica en el estudio "1.777 puntos negros" en materia ambiental (playas contaminadas con chapapote, vertidos tóxicos, mala calidad de aguas, entre otros problemas) y alerta sobre la repercusión que ello puede tener sobre el turismo.

"No hay una visión de conjunto de las necesidades de las costas. La gestión del medio ambiente es nefasta y hemos retrocedido 30 años", declaró María José Caballero, coordinadora del informe.

El documento afirma que, ocho meses después del hundimiento del Prestige, "la peor catástrofe ambiental imaginada", existen en España 1.157 playas afectadas por la marea negra, que equivalen al 25% del litoral, de unos 2.000 kilómetros de extensión.

"Pero éste no es el único problema", recalcó Juan López Uralde, director ejecutivo de Greenpeace, quien responsabilizó a los ministerios de Medio Ambiente y Fomento de patrocinar reformas legislativas, que favorecen la construcción de macrourbanizaciones y la ampliación de una veintena de puertos del Estado. Estas obras contribuirían a "la contaminación y desaparición acelerada de las playas".

Greenpeace sostiene que la reforma de la Ley de Playas, aprobada a fines de 2002, "supedita la protección de la costa a los planes urbanísticos de los ayuntamientos". En el Ministerio de Medio Ambiente discrepan: "La reforma regula el caos urbanístico de algunos municipios", subrayaron fuentes ministeriales. El resto, afirman, son "opiniones políticas".

El informe advierte también sobre la "degradación costera promovida" por el Ministerio de Fomento, en especial con la construcción de un nuevo puerto industrial en Granadilla, al sur de Tenerife, una zona de playa virgen. Han "olvidado medidas de lucha contra la contaminación", afirma Greenpeace. Una denuncia que el ministerio declinó ayer comentar.

La gravedad de la situación actual obligó a Greenpeace a cambiar el enfoque de su informe anual: "En 2002 denunciamos las 10 playas con mayor contaminación. Este año ese diagnóstico habría sido insuficiente".