Zaplana niega que haya bicefalia en el PP y pide cohesión

"Lo hemos hecho todo, ahora queda ganar las elecciones generales de marzo de 2004". Con estas palabras, el presidente regional del PP, Eduardo Zaplana, pidió ayer a la junta directiva del partido unidad para afrontar los próximos comicios, donde el ministro será cabeza de lista. Zaplana insistió en que la Comunidad Valenciana "debe tener más peso e influencia en España" y enfatizó la idea de que el PP es un partido unido donde no caben "estrategias personales". El gran ausente física y figuradamente de la cita de ayer fue el presidente Francisco Camps.

"Tenemos un partido absolutamente cohesionado", donde no hay ninguna "tensión" ni se puede hablar de "bicefalia", dijo ayer por la mañana Zaplana en el acto de constitución de la Diputación de Valencia. Preguntado por su opinión sobre la fusión de las dos grandes cajas de ahorros valencianas, una de las grandes apuestas de Zaplana, que el presidente Camps ha descartado, el ministro afirmó que el PP "no tiene más opinión que la que tenga el Gobierno de la Generalitat". Por la tarde, en la junta directiva del PP -la primera tras las elecciones del 25-M y la última antes de vacaciones-, el presidente del partido retomó el mismo mensaje.

Zaplana recordó la arriesgada estrategia que hace un año ideó cuando dejó la presidencia de la Generalitat en manos de José Luis Olivas para incorporarse como ministro de Trabajo de José María Aznar, y designó a Francisco Camps como candidato a la presidencia de la Generalitat. "Hemos obtenido unos resultados espléndidos, producto de una buena gestión y de un partido cohesionado y unido", resumió el dirigente popular, quien recordó el valor de la fidelidad en el PP, como ha demostrado José María Aznar. El presidente del PP redujo la polémica sobre las diferencias del gobierno que preside Camps con el proyecto político que inicio Zaplana en 1995 a "un intento de algún grupo mediático importante de trasladar una división profunda en el partido".

"En 2002 tomamos una decisión difícil y arriesgada que hasta ahora ha salido perfecta", enfatizó Zaplana. "Lo hemos hecho todo", agregó el político, "queda ganar las elecciones generales de marzo de 2004 y a partir de septiembre nos pondremos a ello". Con estas palabras, el político popular emplazó a todos los dirigentes a cerrar filas en torno a un proyecto que Zaplana ha convertido en suyo en estos años.

El ministro de Trabajo insistió en que se trata de un proyecto articulado que pasa necesariamente por que la Comunidad Valenciana cuente con más peso e influencia en España. "Las elecciones no pueden pintar mejor", dijo. Según Zaplana, la exitosa gestión del PP ha dejado, además, en evidencia a los partidos de la oposición. "Algunos liderazgos a nivel nacional y autonómico están en el aire", dijo, sin mencionarlos expresamente, del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el dirigente valenciano, Joan Ignasi Pla.

Tras la intervención de Zaplana tomaron la palabra, ante los periodistas, a quienes se abrió la puerta de la reunión, seis miembros de la junta directiva para reafirmar la solidez del proyecto del PP.

El gran ausente de la junta directiva de ayer fue el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al que apenas se mencionó para disculpar su ausencia, dado que se encontraba de viaje oficial en Austria. Pero su ausencia no fue sólo física. Ni Zaplana ni los que intervinieron se refirieron a él expresamente. Sí estaba presente la práctica totalidad de su gobierno.