Boadilla, anhelos enfrentados sobre un palacio
El Ayuntamiento quiere unir un Museo de Historia y una Escuela de Equitación y Cría Caballar que suscita rechazo vecinal
Boadilla del Monte, famosa por su bosque protegido de dos mil hectáreas y su palacio neoclásico de Ventura Rodríguez, mantiene un dilema cuya respuesta permanece en suspenso tras numerosos avatares. ¿Qué va a pasar con la suntuosa mansión, los jardines históricos y la ancha huerta que allí mandara construir en 1765 el Infante don Luis de Borbón, hijo de Felipe V? Hay muchos planes para su lar. Instalar un Museo de la Historia de España en su edificio; a ello aspira la Real Academia de la Historia. Asentar una Escuela de Equitación y Cría Caballar en su huerta circundante; por tal, pugna el Ministerio de Defensa. El Ayuntamiento, del PP, dueño por compra milmillonaria del palacio, quiere fundir ambas apuestas. Pero una parte del vecindario recela de la segunda iniciativa. No quiere instalaciones militares, ni caballos, en el caso urbano, sino una restauración urgente y una institución cultural allí asentada.
Defensa proyecta instalar en la huerta de palacio cuadras, pistas de doma y galope, más un picadero
Su Fuente de las Conchas, que manaba en su pradera, luce hoy en el Campo del Moro de Madrid
Sentencias judiciales, que acaban de paralizar el Plan General de Boadilla de 2002, también el de 1991, hacen todavía más compleja la salida de esta encrucijada. Mientras, el palacio y su entorno languidecen semiabandonados a la espera de una restauración que no llega y que amenaza con arruinar tantos anhelos encontrados.
Obra excelsa del mejor arquitecto madrileño del siglo XVIII, Ventura Rodríguez, el palacio se levanta sobre una terraza de tres niveles a la entrada de la villa circundado por tupida foresta de pinos y encinas. Su silueta, sus muros anaranjados de terracota y su tectónica, más su paisaje circundante y su granada historia le otorgan entidad de Real Sitio, rango parigual al de Aranjuez, La Granja o San Lorenzo de El Escorial. El palacio tiene dos torreones, cuatro plantas, tres puertas columnadas, quince salones desplegados en hilera espejada que se abren a otros tantos balcones y a cien ventanas sobre tres planos ajardinados de traza italiana. La fuente de las Conchas, que manaban en su pradera sobre una magna balaustrada, luce hoy en el Campo del Moro, a los piés del Palacio Real. Sus estancias dieron residencia al infante don Luis, también a su yerno el príncipe de la Paz, Manuel Godoy, a la condesa de Chinchón... De sus muros colgaron lienzos de Francisco de Goya, mármoles de Salavatierra y en sus salones se escucharon sones de Antonio Salieri, de Luigi Boccherini...
Pese a tanta pasada magnificencia hoy, salvo albergar una escuela taller de carpintería, permanece semiabandonado, con su maderamen roído por las ratas y muy deteriorado desde hace décadas, incluso después de ser adquirido por el Ayuntamiento de Boadilla en 1998 mediante un convenio de expropiación con su propietario, Enrique de Rúspoli y Morenés. Por él, éste percibió 200 milones de pesetas al contado, 806 millones más en parcelas y 997 millones más, también en terrenos, pero pendientes de cobro. "Tal venta, paradójicamente, fue consecutiva a la paralización, en 1997, del Plan General de 1991", señala Ángel Galindo, concejal independiente y antiguo abogado vecinal. "Ello bloquea el convenio de expropiación con lo cual el palacio debería retornar a su propietario Rúspoli". Pero Arturo González Panero, alcalde del PP, replica: "Podemos pagarle todo en dinero, ese no es el problema". El edil tampoco ve problema en que la gran mansión palaciega de Boadilla albergue en su huerta la Escuela de Equitación y Cría Caballar del Ministerio de Defensa. "Si las actividades equinas y de cría dependieran del Ministerio de Agricultura, con él abríamos firmado el convenio, pero su competencia corresponde a Defensa", subraya el alcalde. Defensa proyecta asentar en la ancha huerta de palacio, once metros por debajo de la cota del edificio, la institución que focalizaría la cultura y la cría caballar en España, al modo de la Escuela Española del Hofburg de Viena, mediante una instalación de cuadras, caballerizas, pistas de doma y galope, así como otra de calentamiento y un picadero. "Pero todo depende de un plan de viabilidad que falta aún por hacer con el Ayuntamiento, a quien compete cumplimentar los correspondientes planes municipales", señala un portavoz de Defensa.
Empero, muchos vecinos, con la Asociación de Amigos del Palacio de Boadilla a la cabeza, que rige Paloma Olmedo, se oponen a la instalación de la escuela de equitación y cría de caballos en el ámbito y contorno palaciegos. "No vemos ninguna utilidad para el pueblo insertar dentro del ámbito urbano caballerizas y cuadras militares, con todos los inconvenientos que ello implicará" dice Olmedo. "Con nuestros impuestos, el Ayuntamiento ha pagado más de 12 millones de euros, que ahora le regala a Defensa por la mitad y sin provecho alguno a cambio", añade. "Ah, como consuelo se nos dice que nuestros hijos podrán trabajar en las cuadras", subraya. Olmedo del Rosal asegura que el rechazo vecinal a este proyecto se vio avalado por 4.000 firmas que su asociación recogió entre los vecinos.
El alcalde dice que muchas de esas rúbricas no mostraban el documento nacional de identidad. "La mitad, al menos, era de personas que no viven en el pueblo", subraya González Panero. "El miedo a las represalias municipales llevó a muchos de los firmantes a pedirnos que no mostráramos las firmas al alcalde", replica por su parte Olmedo.
Este pulso no parece remitir. La Asociación quiere, a grandes rasgos, que el palacio y los jardines sean restaurados inmediatamente y que a los vecinos correponda gestionar ese patrimonio, transformándolo en una institución cultural autónoma -no verían mal la instalación del Museo de la Historia-, mientras que el alcalde interpreta su reciente elección, con el doble de votos que el PSOE, como un refrendo a su doble apuesta para el palacio y la huerta. Respecto al bloqueo del Plan General, el edil anuncia que el próximo 1 de agosto su equipo de gobierno presentará los documentos cuya ausencia, denunciada por el PSOE, con seis concejales en Boadilla, determinó la parálisis judicial del Plan del 2002.
Menos polémica parece despertar la iniciativa sobre el Museo de la Historia de España, que la Real Academia que dirige Gonzalo Anes está decidida a instalar en el palacio, "una vez restaurado", explica el historiador asturiano. En él exhibirá muchas de las joyas arqueológicas que hoy alberga en su estrecha sede de la calle de León, como el Disco de Teodosio, un tesoro del siglo IV, en plata, de 15 kilos de peso y 75 centímetros de diámetro, o el retablo gótico, con mocárabes, del monasterio de Piedra, de 1390, trasladado a Madrid en carreta de bueyes en 1851, durante una desamortización. "El museo brindará un panorama sobre la riquísima trayectoria cultural y política de España", anuncia Anes. "Ya tenemos el proyecto muy avanzado, pero quedan por resolver problemas como el del mantenimiento y su financiación". Anes se muestra optimista sobre la viabilidad del proyecto, aunque no tanto sobre los plazos para culminarlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.