Los atentados de Alicante forzaron la cita de Rubalcaba con Zarzalejos

Como siempre, desde que el Gobierno y el PP firmaron con el PSOE el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, los interlocutores habituales de uno y otro lado se pusieron inmediatamente en contacto después de producirse los atentados de ETA en Alicante y Benidorm. Javier Zarzalejos, secretario general de la Presidencia del Gobierno, y Alfredo Pérez Rubalcaba, diputado socialista y miembro del comité electoral del PSOE, conversaron telefónicamente el pasado martes y quedaron en verse el jueves para tratar la situación de la lucha contra el terrorismo. En su cita se habló del motivo de la entrevista pero también del borrador que había publicado el diario Abc en su edición del martes con el plan soberanista del presidente vasco, Juan José Ibarretxe.

Esta es la reunión "a alto nivel" a la que hizo ayer alusión el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, con cierto misterio, para indicar que los contactos ya habían comenzado entre el Gobierno y el PSOE para formar un bloque frente a las tesis del PNV y del lehendakari.

Por los periódicos

Pero el interés del Gobierno en dar a esa reunión un aire formal y con contenidos incluso de cierta consideración en el objetivo de luchar frente a los postulados de Ibarretxe, contrasta con la actitud del PSOE. Primero se insiste en la dirección socialista en que la reunión entre Zarzalejos y Rubalcaba se sitúa en su ámbito natural, cual es la lucha contra el terrorismo. En esa reunión ambos interlocutores constataron el rechazo generalizado que había suscitado el borrador de los nacionalistas.

Tanto oficial como oficiosamente se asegura en el PSOE que no hay ningún contacto con el Gobierno para estudiar los planes del Ejecutivo vasco. Así lo afirmó ayer en público el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera.

Desde que salió el documento a la luz pública, el Gobierno ha emplazado todos los días al PSOE a establecer una estrategia conjunta pero, según Caldera, conocen esos requerimientos por los medios de comunicación, exclusivamente. "No ha habido una llamada oficial", remachó.

Pero sobre el fondo de la propuesta nacionalista no hay duda del rechazo que suscita en el PSOE. Caldera

rechazó ayer el borrador tal y como había hecho el día anterior. También tuvo un no rotundo del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

La perspectiva legal y constitucional del borrador de Ibarretxe fue comentada ayer por el portavoz constitucional del PSOE para señalar que el proyecto de Ibarretxe "no tiene cabida en la Constitución ni aun cuando se produjeran algunas reformas de la Carta Magna". Diego López Garrido, por tanto, no comprende cómo el lehendakari afirma que seguirá "los cauces legales" para plantear su reforma.