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Un rumano, asesinado de un tiro en la cabeza

F. Javier Barroso

Inder Abdula, un inmigrante rumano de 36 años, fue hallado muerto en su domicilio de Tetuán de un tiro en la sien izquierda, según la Jefatura Superior de Policía. La víctima fue localizada porque su casero acudió al domicilio, tocó el timbre y no obtuvo respuesta. En vista de la falta de noticias acudió a la comisaría de policía del distrito, que se encuentra a unos 500 metros del lugar del homicidio.

El mortal hallazgo se produjo sobre la medianoche de ayer, en el 105 de la calle de la Infanta Mercedes. Horas antes, había acudido al domicilio una pareja del Cuerpo Nacional de Policía preguntando por el inquilino del quinto piso letra B. También llegó al lugar una pareja de la Policía Municipal acompañada de una mujer por el mismo motivo. Los agentes, tras conseguir el mandamiento judicial, entraron con las llaves de la vivienda sobre las 23.45 del martes. Los policías y el arrendatario, César Paul B., se toparon entonces con Abdula tumbado lateralmente en el sofá, mirando hacia el respaldo. En la sien izquierda presentaba un impacto de bala y junto al cadáver había una vaina. Tenía un cojín asido por los brazos.

Los policías avisaron a los agentes del Grupo X de Homicidios que se encargan de las investigaciones. Ayer se centraron en reconstruir las últimas horas de vida de la víctima.

Las primeras pesquisas apuntan a un ajuste de cuentas. Según explicó el portero de la finca, Alfonso Jimeno, el inquilino, que carecía de antecedentes, vivía en el apartamento donde fue asesinado desde hacía unos cuatro meses. "Son personas poco conocidas. Tenían escasa relación con el resto del vecindario, porque entraban y salían de la finca directamente desde el garaje", explicó el conserje. El apartamento, de unos 35 metros cuadrados, fue alquilado por un rumano que supuestamente trabajaba en una ONG.

Según Jimeno, sobre las once de la mañana del martes salieron del inmueble tres compatriotas del fallecido: "Primero se marchó uno y estuvo andando por la calle hasta que bajaron los otros dos y se fueron a pie". Todos, pero en especial uno de ellos, eran muy altos y tipo culturistas,

según su descripción. "Ningún vecino oyó nada raro a esas horas", añadió el conserje.

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Éste es el segundo crimen que se registra en el número 105 de la calle de la Infanta Mercedes en los últimos años. Un inmigrante ecuatoriano de unos 28 años fue hallado muerto de dos tiros en la cabeza el 1 de agosto de 1999 por el portero del inmueble. La víctima estaba en el rellano de la tercera planta.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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