Gallardón afirma que todos "en la cuadriga de la sucesión" apoyarán al que sea candidato
Aznar subraya que su decisión de irse es "irrevocable" y que el próximo líder del PP "será mejor"
Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid y presidente en funciones de la comunidad autónoma, hizo ayer oídos sordos a las opiniones que desde su partido le excluyen de la carrera de la sucesión. Contestó ayer a las preguntas del PP bajo la premisa de que él forma parte de "la cuadriga de la sucesión", que amplió a diez o doce personas. Les "garantizó" que, si él no resulta elegido, dará su "apoyo absoluto" a quien sea candidato, y pronosticó que eso harán todos. El presidente del Gobierno, José María Aznar, subrayó poco después que su decisión de irse es "irrevocable", es buena para "el país y para el partido", y pronosticó que el proyecto del PP estará con su sucesor "mejor liderado".
Ruiz-Gallardón y Aznar coincidieron muy brevemente ayer en la escuela de verano de las Nuevas Generaciones del PP en El Escorial. El alcalde de Madrid, que intervino ante los jóvenes populares a primera hora de la mañana, esperó a la llegada del presidente del Gobierno. Éste se limitó, al salir del coche, a tenderle la mano. Los fotógrafos pidieron insistentemente que repitieran el saludo, pero Aznar no se dio por enterado.
Ambos fueron preguntados por los jóvenes del PP por la sucesión. El alcalde elogió primero la decisión del presidente de imponerse una limitación voluntaria del poder, aseguró después que no hay sólo cuatro o cinco personas con capacidad en el PP para ser candidatos a la presidencia del Gobierno, sino "10 o 12" y concluyó con el compromiso personal de dar su "apoyo absoluto" a quien resulte ser el sucesor sin descartarse a sí mismo. Con esta tesis, "pronosticó", por lo que "conoce" a sus compañeros "en la cuadriga de la sucesión", que todos actuarán con total lealtad para apoyar a quien resulte elegido por la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano del PP entre congresos.
Gallardón también argumentó a favor de que sea Aznar quien proponga el nombre del sucesor. Afirmó que eso no implica que el método sea "de dedazo" sino que cumple "con el mandato que el último congreso del PP" dio, en enero del año pasado, a su líder: proponer un candidato que será sometido a debate en el Comité Ejecutivo Nacional (la dirección del partido en sentido amplio) y a votación después en la Junta Directiva Nacional.
La última pregunta que los jóvenes del PP hicieron a Aznar fue asimismo sobre la sucesión. Su líder les reiteró que va a "cumplir plenamente" sus compromisos. "Me voy. Es una decisión absolutamente irreversible e irrevocable". Lo argumentó en estos términos: "Creo que es bueno para mi país y para mi partido y, por ese orden, eso es lo único que me importa". Es bueno, a su juicio, porque "el proyecto del PP no pueden depender sólo de una persona". Y añadió: "No me hubiera gustado que alguien dijera: todo esto está muy bien, pero depende de tí". Según él, no es así.
Aznar aseguró que confía en que tras su decisión de dejar voluntariamente la primera fila de la política, "todos los españoles sabrán que la idea, el proyecto, la vigencia y la fuerza del PP sigue más viva que nunca". Aún más: "Y si es posible, que yo creo que va a ser posible, mejor liderada".
Ese liderazgo deberá cumplir, según le dijo Aznar a los cachorros de su partido, algún requisito mínimo. Uno de ellos es que "hay que trabajar todos juntos, no cada uno por su lado". Otro que al PP no le compete es "arreglar los problemas del PSOE" o de la FSM, que él juzga "estructurales" pues surgen de "la debilidad del liderazgo" y "la ausencia de proyecto" de los socialistas. "Nosotros no estamos para arreglar los problemas de la FSM", avisó.
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