Inseguridad ciudadana
¿Por qué siempre que nuestras autoridades del Gobierno central, ya sea el delegado del Gobierno, señor Zoido; el jefe de la Policía de la comunidad, señor Bertoméu, o nuestro mediático y viajero ministro de Administraciones y fotos de portada, señor Arenas, por qué será, digo, que cuando nos hablan de inseguridad ciudadana en Sevilla, todo es un jardín de rosas donde la delincuencia baja constantemente que es una barbaridad? Hoy un 14% por aquí... un 20% por allá... y de pronto hasta un 26% por otro lado...
2. ¿Y, cuándo van a ponerse de acuerdo nuestras autoridades del Gobierno central sobre el número de agentes de la Policía que le falta a Sevilla? Ya sea unos, ya sean otros, y desde varios años, vienen manejando la cifra de 600 agentes en falta. Sin embargo, y de acuerdo con la Junta de Andalucía y el sindicato Unificado de Policía, en 1995, Sevilla tenía 1.940 policías nacionales. Si a esto aplicamos la elemental aritmética de andar por casa, auxiliados por calculadora de bolsillo, y restamos a 1.940 la cifra de 1.041, resulta que tenemos una falta de 899 agentes de policía nacional, cifra muy diferente a la rueda de molino con la que el ministro Arenas nos quería hacer comulgar. Si a esto añadimos la brillante idea puesta en práctica de enviar ahora de vacaciones a un 30% de la exigua cifra que verdaderamente teníamos para empezar, resulta que con una simple cuenta nos damos cuenta de que en estos momentos Sevilla está en manos de apenas 729 policías nacionales. Es decir, que para gloria del "chorizo" estamos con un 50% menos de la fuerza policial de hace ocho años.
3. ¿Y cómo vamos a aceptar el discurso a la baja con el que quiere que comulguemos el ministro Arenas, cuando, en Sevilla Este, bandas de niñatos salvajes de entre 10 y 14 años, no paran de partirle la cara a inocentes ciudadanos y ciudadanas a pedradas y ladrillazos, a los pies de los semáforos, con el famoso semaforazo -uno por día durante el último mes y medio-, en el Cerro del Águila los comerciantes se tienen que autoproteger con mamparas de cristal en los mostradores, para que estos "chorizos" no lo salten y con cuchillos de cocina pongan a dependientes y clientes en el suelo, mientras roban la caja. Entonces, ¿están bajando los delitos o nos están tomando el pelo?
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