El móvil se dispara pese a su alto precio
La CMT cree que la falta de competencia impide bajar las tarifas, 5 veces más caras que las del fijo
El teléfono móvil se usa cada vez más pese a que sus tarifas siguen siendo mucho más caras que las del teléfono fijo. Según los datos del último informe anual de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) correspondiente a 2002, el coste medio por minuto de una llamada desde un móvil es de 0,21 euros frente a los 0,044 euros por minuto de una llamada desde un fijo, es decir, que utilizar el teléfono celular es 4,7 veces más caro que optar por el teléfono tradicional.
Y es que, aunque todas las tarifas telefónicas bajen, las del móvil lo hacen en mucha menor medida que las del fijo. Así, el pasado año, la bajada media de las tarifas del móvil fue del 11,8% frente al 13,1% que cayeron los precios del fijo. Si tomamos un periodo más amplio de cálculo, desde 1999 el coste de las llamadas desde el móvil han caído un 32% mientras que las del fijo lo han hecho en un 48,2%.
Las tarifas de la telefonía móvil no están reguladas, al contrario que sucede en la telefonía fija, ya que el Gobierno establece los límites de los precios que cobra Telefónica, que, al tener una posición de dominio con el 83% del mercado, obliga al resto de compañías, que disponen de libertad tarifaria, a seguir su política de precios.
"Situación oligopólica"
La CMT reconoce en su informe que se ha consolidado "una situación oligopólica" entre las tres compañías que se reparten el mercado del móvil (Telefónica Móviles, Vodafone y Amena), porque se esfuerzan más en conservar a sus clientes que en arrebatárselos a sus competidores. "Con el mercado alcanzando niveles de saturación (el 80% de penetración), el crecimiento en ingresos se dirige al tráfico, lo que implica promociones específicas a colectivos objetivos, pero no guerra de precios".
De hecho, la rebaja más importante se ha producido en las llamadas entre móviles de la misma compañía. En particular, proliferaron las ofertas comerciales para los denominados números frecuentes (Dúo de Amena, A2 de Vodafone y Módulo Familiar de Telefónica), cuyo precio medio pasó a 0,17 euros por minuto, un 15% menos que en 2001.
La fidelización del cliente llevó también a la práctica eliminación de las cuotas mensuales para los clientes pospago (con contrato), por lo que el precio medio pagado por los clientes de este segmento se vio reducido en 16,5%.
Eso explicaría, según la CMT, el hecho de que el tráfico haya crecido un 27,53% en minutos facturados (18,27% en ingresos) y, sin embargo, el precio del minuto sólo haya caído ese 11,8%, es decir, que las compañías no trasladan a sus clientes sus ahorros y sus mayores ingresos.
Una de las causas que aduce la CMT para esta poca flexibilidad de los precios es que cuando se llama a un teléfono móvil, sea desde un fijo o un móvil (desde las misma o distinta compañía), nadie puede controlar el precio que cobra la compañía del usuario que recibe la llamada (coste de terminación de la interconexión).
Según la CMT, no existe ningún incentivo para que se rebajen esas tarifas de terminación y, de hecho, las rebajas de los precios existentes han sido fruto de la intervención del regulador.
El máximo organismo regulador advierte que seguirá interviniendo esos precios, aunque reconoce que no tiene constancia de que las rebajas de las tarifas de interconexión (lo que paga cada compañía al resto por utilizar su red) se trasladen al consumidor final, porque la CMT "tiene la impresión de que esas rebajas se utilizan para sanear las cuentas de los operadores".
Uno de los paradigmas de este sistema de tarifas de interconexión es el alto coste de las llamadas de fijo a móvil, cuyo precio medio por minuto es de 0,24 euros, 14 veces más que, por ejemplo, lo que cuesta una llamada metropolitana entre números fijos (0,017 euros). De hecho, las compañías de telefonía fija han presentado varias denuncias contras las operadores de móviles por considerar que cobran precios abusivos por el uso de la red, e incluso han llevado el asunto a Bruselas.
Aumento del tráfico
Pero como admite la CMT, el alto precio de las llamadas a móviles no desanima a los consumidores que cada vez se decantan más por su uso. De hecho, desde 1999, el número de minutos de tráfico se ha triplicado, pasando de los 10,4 a los 22,9 millones de minutos anuales.
Contrariamente, el número de líneas fijas apenas ha variado. En 2002 se estancó en los 17,6 millones, lo que supone tan sólo un 5,6% más que hace cuatro años. Ese estancamiento se ha notado en el tráfico. El número de minutos aumentó un 5,5% frente al 27,5% que creció el tráfico desde los móviles.
Pero por si fuera poco, las operadoras móviles han encontrado otro filón para aumentar sus ingresos: los mensajes cortos (SMS), que crecieron un 53,3%, debido, principalmente, al desarrollo de servicios de valor añadido como descarga de logos, melodías y juegos, chat y otros servicios interactivos.
Más ganancias, menos inversiones
Las compañías de telefonía móvil se frotan las manos. El año pasado ingresaron por servicios finales 7.452,91 millones de euros, un 18,3% más que un año antes. Su facturación (incluyendo servicios mayoristas a otras compañías del sector), ascendió a 12.339 millones de euros, un 23% más que un año antes, y, de seguir esta tendencia, el próximo año superarán por ingresos a las compañías de telefonía fija.
Todas ellas tienen resultado positivo, al contrario de lo que sucede con las de fijo, que siguen sufriendo fuertes pérdidas, y mejoraron su resultado de explotación un 22%.
Pero ese buen momento no les ha impedido aplicar una política de ajuste. Las inversiones cayeron un 39%, hasta los 1.296 millones de euros, una reducción mucho mayor que la aplicada por las compañías de telefonía fija (Telefónica, Auna, Uni2, Jazztel), que, pese a ver estancados sus resultados, sólo recortaron sus inversiones un 19,8%, hasta los 2.733 millones.
Las compañías de móviles también aplicaron un importante ajuste del empleo, reduciendo sus plantillas un 8,4%, hasta los 10.568 trabajadores, frente a la desaparición del 5,2% del empleo en las de telefonía fija.
Por cuotas de mercado, Telefónica Móviles acapara el 57,3% del mercado por ingresos, frente al 26,3% de Vodafone y el 16,4% que controla Amena, aunque esta última creció a mayor ritmo que sus rivales.
Uno de los fenómenos más novedosos que han ocurrido en 2002 es que por primera vez han aumentado más los clientes de pospago que los de prepago. Del total de nuevos clientes, 2.273.085 optaron por la modalidad de pospago, mientras que 1.602.183 eligieron la de prepago.
Las compañías de móviles también aplicaron un fuerte recorte a sus gasto publicitario (un 14,8% menos que en 2001), aunque siguen siendo los mayores anunciantes del sector, ya que destinan a este capítulo 227,16 millones de euros, el 36,1% del total, que incluye también a radios, televisiones y compañías de cable.
El mercado del móvil está completamente maduro y apenas tiene recorrido para crecer, con 33,5 millones de clientes, un 13,1% más que en 2001, de los que 20,9 millones son de prepago y los restantes 12,6 millones de contrato.
La tasa de penetración del móvil alcanzó a finales de 2002 el 80,1%, frente a la media de la Unión Europea, del 79,3%. Tan sólo Italia, Portugal y Reino Unido superan a España en la extensión del móvil.
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