Baja la ocupación en la Costa Brava durante la primera quincena de julio
El turismo de fin de semana salva el crítico inicio de la temporada de vacaciones
Festivos con llenos hasta la bandera y laborables con un alarmante descenso de ocupación. Esta ha sido la tónica en la mayoría de las zonas turísticas de la Costa Brava. En algunos núcleos con gran concentración de turismo extranjero, como Lloret de Mar o Blanes, el descenso de ocupación respecto al mismo periodo del año pasado se sitúa en cifras entre el 30% y el 40%.
Fuentes de la Federación de Hostelería de Girona advierten de que la situación no es alarmante, sino que simplemente marca un cambio de tendencias en el que confluyen el retraso de las decisiones de los turistas, que no reservan plaza en los hoteles y cámpings hasta última hora, y una crisis en algunos de los grandes mercados extranjeros.
Los hoteleros confían en que en la segunda quincena de julio, siempre que el clima sea tan favorable como lo ha sido en la primera, pueda remontarse la situación, aunque de momento el inicio crítico de la temporada se ha superado gracias al turismo nacional de fin de semana.
Entre los países emisores que se han visto afectados por una recesión económica con implicaciones en el turismo se encuentran Alemania así como otros países situados en su área de influencia, como Bélgica y Holanda. También el hasta ahora emergente mercado ruso ha sufrido un acusado descenso. Se calcula que en Lloret de Mar la ocupación hotelera procedente de Rusia ha caído hasta el 30%.
El turismo interior y de montaña, a diferencia del de la costa, se sitúa en cifras muy parecidas a las del año anterior. En muchos casos, se trata de un turismo familiar nacional que acostumbra a mantener las reservas de un año para otro. Fuentes de la Federación de Hostelería advierten que los hoteleros deben acostumbrarse a no depender tanto de las reservas a largo plazo y a confiar en decisiones espontáneas de última hora.
Nuevos vuelos
La crisis hotelera no se refleja en la actividad del aeropuerto Girona-Costa Brava. La compañía Ryanair se ha visto obligada en los últimos días a incrementar de 64 a 74 sus vuelos semanales que conectan Girona con seis ciudades europeas. Desde que esta compañía de vuelos económicos se instaló en Girona, el pasado 5 de diciembre de 2002, ya ha transportado a más de 350.000 viajeros.
Por otra parte, el incremento de viajeros en el aeropuerto de Girona-Costa Brava ha obligado a poner en marcha diversas líneas regulares de autobuses que comunican las instalaciones de Vilobí d'Onyar con Girona, Barcelona, Lloret, Tossa, Blanes, Malgrat, Santa Susanna, Pineda y Calella.
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