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Reportaje:

Eterno 'Terminator'

Schwarzenegger presenta en Madrid la tercera parte de la saga futurista

Cuando ayer el servicio de habitaciones del hotel Villamagna de Madrid llevó el desayuno a la suite de la novena planta, Arnold Schwarzenegger ya estaba ejercitándose en una bicicleta estática. Va para 56 años (los cumple la próxima semana) y no pasan en balde. A las nueve de la mañana, Terminator tomaba su desayuno favorito: leche con avena. Ni una gota de grasa para afrontar un día repleto de encuentros con la prensa y con el broche final del estreno benéfico de Terminator 3, La rebelión de las máquinas en el cine Kinépolis, cuya recaudación se destinará a la Fundación Española del Corazón. El estreno, a partir del 30 de julio.

Schwarzenegger entró en escena con media hora de retraso, maquillado y con paso androide, tal vez un efecto mimético del personaje que le ha convertido en una superestrella de Hollywood. "He necesitado de tres a cuatro horas al día de entrenamiento para las escenas de acción y para adecuarme a los papeles de las películas anteriores". Y es que han pasado 12 años desde el "Sayonara, baby" de Terminator 2 y 18 desde la película que inagurara una de las más populares secuelas del cine de acción.

"He necesitado cuatro horas diarias de entrenamiento para las escenas de acción" aseguró el actor
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Dos décadas después y bajo la dirección ya no del creador del personaje, James Cameron, sino del poco conocido director de la película U-571, Jonathan Mostow, Terminator ha vuelto como prometía en los escasos diálogos de anteriores entregas. Y promete no quedarse ahí. "Todo depende de los fans de la película y del éxito que tenga, que por ahora está siendo grande, aunque ya se empieza a hablar de Terminator 4", adelantó Schwarzenegger, al que el final abierto de par en par de la película delata más que sus palabras.

Vestido de beis y acompañado hasta la mesa por su guarda personal, el austriaco-californiano vino flanqueado por Mostow y la atractiva malísima de Terminator 3, Kristanna Loken, más conocida en la televisión estadounidense por la serie Mortal kombat: The conquest,y que interpreta al androide, conocido como modelo TX, que persigue al joven John Connor.

Tanto Schwarzenegger como Loken coincidieron en lo difícil que es interpretar a una máquina: "No tienen emociones ni reacciones humanas". Para el actor su personaje es un reto interpretativo y un cúmulo de valores morales: "Es alguien que nunca se da por vencido, como yo. Es un símbolo de protección y salvación para la humanidad".

Todo un eslogan que queda muy en sintonía con la política de su partido, el Republicano de Estados Unidos, por el que podría optar a gobernador de California si se adelantan finalmente las elecciones. Sobre su carrera electoral, Schwarzenegger eludió afirmar o desmentir sus intenciones, pero sí aprovechó para marcarse un elogio a su país y a las tropas destacadas en Irak, a las que visitó el pasado 4 de julio. "Gracias, América, por todo esto, por haberme dado la oportunidad de llegar a donde he llegado", dijo.

Terminator 3, cuyo presupuesto ronda los 200 millones de dólares, no significa la retirada de la gran pantalla del musculoso Arnold para dedicarse de lleno a la política. De hecho, Schwarzenegger está embarcado en el rodaje de La vuelta al mundo en 80 días, de Frank Coraci, y figura en los créditos de un proyecto en preproducción protagonizado por John Travolta llamado Joe's last chance.

El último capítulo de Terminator, que el director calificó de "cierre de una trilogía", no se ha dejado tentar por la estética Matrix. Más bien La rebelión de las máquinas responde, según Mostow, "a las leyes físicas y a una intención mucho más realista y visceral". Es algo que Schwarzenegger estima como una de las claves de la trilogía: "Terminator ha hecho que el cine de acción suba del maltrecho rango de serie B a serie A". También hay otras subidas: "Una película de acción puede hacer subir en Bolsa a los estudios entre un 20% y un 30%", explicó.

Para Arnold Schwarzenegger, España, a la que dedicó palabras elogiosas -"tengo grandes recuerdos y es siempre maravilloso venir", dijo-, permanece en su imaginario pre starsystem. A los 35 años vino a rodar, Conan el bárbaro, película con la que dio el salto definitivo de la halterofilia a la gran pantalla. Muchos terminators han llovido desde entonces.

Schwarzenegger, en la presentación de <i>Terminator 3.</i>
Schwarzenegger, en la presentación de Terminator 3.GORKA LEGARCEGI

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