La Dirección General de Ferrocarriles da explicaciones sólo a los comerciantes afectados

Sólo para empresarios. El director general de Ferrocarriles (organismo dependiente del Ministerio de Fomento), Manuel Niño, se reunió ayer en la Cámara de Comercio de Madrid con 50 empresarios que se verán afectados por las obras de la futura estación de cercanías de la Puerta del Sol. El motivo fue explicarles por qué es necesaria la nueva construcción, cómo se va hacer y cómo les va afectar. El presidente de la Confederación de Comercio Minorista de la Comunidad de Madrid (Cecoma), Salvador Santos Campano, dejó claro antes de empezar que la reunión era sólo para "los comerciantes, que es a quienes nos debemos", señaló.

Manuel Niño afirmó que no tienen previsto ningún encuentro similar para informar a los vecinos, también afectados, sobre las obras con las que van a tener que convivir durante casi cuatro años, según los primeros estudios del ministerio.

El mayor problema con el que se enfrentarán los comerciantes será con la dificultad para que los consumidores accedan a las tiendas. Una mampara dejará la acera entre las calles de Carretas y de Espoz y Mina con una anchura de 1,5 metros para que los transeúntes puedan pasar. Esto durará unos cuatro o cinco meses, después se irá haciendo gradualmente más ancha, según los responsables de la obra, a medida que vayan avanzando los trabajos de superficie, los cuales se completarán con obras subterráneas.

"Esto se sabe cuándo empieza, pero no cuándo termina", afirmó ayer un comerciante de las calles del Carmen y Preciados. "Esto es lo de siempre, buenas palabras y nada más", añadió.

Un grupo de empresarios del calzado del área de Sol dijeron sentirse desilusionados tras las explicaciones del director general de Ferrocarriles. "No hemos sabido nada hasta ahora, cuando ya hemos visto las máquinas", se quejaron. "Llevan estudiando el proyecto desde 1999, y durante las elecciones no dijeron ni una palabra sobre el tema".

Amenaza de cierre

El coste de las obras puede ser el cierre de muchos negocios. "El pequeño negocio no podrá subsistir", según un comerciante de la calle de la Montera. El Ministerio de Fomento se ha comprometido con el presidente de Cecoma, según éste, a dar "compensaciones económicas para paliar los perjuicios que las empresas puedan tener". Esto se va a traducir en dos conceptos: la expropiación temporal y la indemnización patrimonial, es decir, el prejuicio "temporal" que puedan sufrir los comercios a los que no se pueda acceder por culpa de las obras. Se les compensará con una indemnización que tendrá que pedir, de manera individual, cada comerciante. Lo que no está aclarado es a cuánto ascenderán esas indemnizaciones ni si hay un presupuesto específico para ellas, según Santos Campano.

De la segunda fase, que continuará el trazado ferroviario bajo la calle de la Montera, aún no están concretados sus detalles. Así, los miembros de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Montera y Adyacentes, aunque también están "desilusionados", no van a movilizarse hasta no conocer en detalle cómo se van a ver afectados por las obras.