Parques, ¿qué parques?

En un diario local del pasado 7 de julio la principal noticia de la portada informaba que a cada vecino de Almería le correspondían dos metros cuadrados de zonas verdes. Aproximadamente, una rama de ficus no muy grande por persona. Significa esto que la capital dispone de una superficie verde equivalente a un cuadrado de 600 metros de lado, cifra espectacular (por ridícula) y cuando menos contradictoria para una ciudad que disfruta de más horas de sol que cualquiera de España.

Hablemos claro. Almería no cuenta con ningún espacio verde que merezca denominarse parque y si alguien ha estado en alguno, de otra ciudad, sabe a qué me refiero.

Desde el Ayuntamiento actual y anteriores se desprende que el tema no es prioritario. Es comprensible. Aquí no caben oscuros intereses especulativos urbanísticos, aquí no hay negocio, sólo un servicio público para mejorar la calidad de vida ciudadana. Como contrapartida, en el mismo diario, al nuevo concejal de Medio Ambiente se le ha ocurrido la "brillante idea" de hacer de las zonas verdes una especie de "jardines de diseño, con dibujos, arabescos, etcétera", entre otras delicias, aunque añade razonablemente a continuación que elevarían el coste de mantenimiento. La acepción parque ni se menciona y comienzo a dudar de que algún dirigente municipal la conozca siquiera. Y, por favor, no insulten nuestra inteligencia alabando el impresionante parque Nicolás Salmerón.

Cuando escribo estas líneas, están desmantelando a muy buen ritmo la Vega de Acá, nueva zona expansiva del hormigón salvaje y ya hay colocados un par de enormes carteles de una poderosa inmobiliaria lista para entrar a saco en el negocio. Este gran espacio puede ser de los pocos que quedan en Almería para "inflarlo" de arbolado y construir un parque de verdad, pero mucho me temo, ¡ay!, que irá lleno de edificios con pequeñas placitas de, digamos ocho árboles y dos bancos, a los que algún estudioso de Medio Ambiente llamará parque.

Para concluir, tengo entendido que el señor Comendador es madrileño de nacimiento. Quiero suponer, por lo tanto, que habrá visitado el delicioso Parque del Retiro, por mencionar el más turístico, y que conocerá asimismo que prácticamente cada barrio de Madrid cuenta con un parque mayor que toda la superficie verde de Almería. Por favor, señor Alcalde: ¡hable con la ciudadanía y dénos un parque!