Donostia: un pacto de mayoría sólida

En las pasadas elecciones municipales los donostiarras decidimos con nuestro voto no conceder la mayoría absoluta a ningún partido en el ayuntamiento. Nadie tiene por sí solo mayoría suficiente para gobernar. La lista del Partido Socialista, encabezada por Elorza, fue la lista más votada, pero obtuvo sólo un concejal más que la coalición PNV-EA: diez concejales socialistas sobre nueve de la coalición nacionalista. El alcalde Elorza quedó, por tanto, lejos de alcanzar los catorce votos necesarios para la mayoría absoluta.

La ciudadanía donostiarra ha decidido obligar a los partidos con representación en el ayuntamiento a dialogar, a negociar y a ponernos de acuerdo. Así lo hemos entendido en el grupo PNV-EA, y por eso desde el primer momento nos estamos empeñando en ello. En todo caso, corresponde a Elorza, dada su condición de alcalde, la máxima responsabilidad para propiciar estabilidad y solidez a la acción de gobierno municipal.

"Elegir la opción de un gobierno en minoría con grupos dispuestos a ello significa renunciar a entendimientos sólidos"

"La mayoría de los acuerdos del Pacto de ciudad que nos propone Elorza son propios de un pacto de Gobierno"

Hemos invertido muchas horas de reunión en debatir algunos temas claves para el desarrollo futuro de la ciudad. En el transcurso de las diferentes reuniones hemos planteado al alcalde y su equipo la conveniencia de que se manifiesten públicamente a favor de un acuerdo de gobierno estable con la coalición PNV-EA, dado que desde el grupo PNV-EA hemos repetido nuestra disposición favorable a contribuir a la articulación de esa mayoría sobre unas bases programáticas que deben ser consensuadas sin imposiciones, teniendo en cuenta la representatividad de cada grupo.

El alcalde, lejos de atender a esa lógica petición nuestra, en pleno proceso de conversaciones creemos que encaminadas a configurar un acuerdo de gobierno, nos "sorprende" (?) anunciando primero a través de algún medio de comunicación y proponiendo después por escrito a todos los grupos municipales por igual un denominado Pacto de Ciudad (hay que reconocer que es una expresión propagandística acertada, aunque curiosamente se trata de una iniciativa similar a la de marzo del 2002 tras su ruptura con el PP en el gobierno municipal).

La mayoría de los contenidos del Pacto de Ciudad que nos propone a todos los grupos son los propios de un acuerdo de gobierno, llegando incluso a plantear la posibilidad de delegaciones para todos los partidos, con independencia de formar parte del gobierno. Todo ello nos ha producido perplejidad, porque creíamos -y seguimos creyendo- que en otro ámbito estábamos, y seguimos estando, abordando la posibilidad de un acuerdo de gobierno estable entre el grupo del alcalde y el grupo PNV-EA.

A la vista del recorrido efectuado y de las actitudes observadas en el alcalde, uno empieza a pensar que tal vez, ¡ojalá me equivoque!, la opción preferida de Elorza consista en mantener un gobierno en minoría. Tal vez porque los socialistas no quieren pactar con nosotros porque, si lo hicieran, tendrían que hacer frente en todo el Estado español a las duras críticas de las filas del PP y determinados medios de comunicación, y, como se sabe, el 2004 es año electoral en el Estado.

Tal vez porque Elorza prefiere "jugar a ver qué pasa" sin compartir de manera permanente y sistemática programas y áreas de gestión, es decir, sin negociar y consensuar a fondo, intentando aprobar unos temas con unos y otros con otros, intentando endosar las culpas a los demás cuando no se produzca el acuerdo en los términos que él quisiera, sin tener presente que está en minoría.

Un gobierno municipal apoyado en diez concejales sobre un total de veintisiete es, de entrada, un gobierno débil, un gobierno con grandes dificultades para liderar con agilidad y dinamismo las políticas y los programas que Donostia necesita desarrollar sin demora. La opción de un gobierno en minoría, habiendo como los hay partidos en la oposición dispuestos a contribuir a la articulación de una mayoría estable, significaría renunciar a compartir, a negociar, a alcanzar entendimientos sólidos y estables. La opción de un gobierno en minoría significaría situar el "estar en el gobierno" por encima de gobernar desde criterios de integración, porque no es posible integrar sin compartir y sin corresponsabilizarse.

Quien optara por la minoría siendo posible articular mayorías estaría optando por la inestabilidad. Espero y deseo que no sea esta opción la que termine confirmándose en la gestión del alcalde socialista Elorza.

En ese sentido, considero que el primer y más importante Pacto de Ciudad que Donostia necesita es un pacto de gobierno con mayoría sólida y estable en el ayuntamiento. Ese es, en mi opinión, el pacto más decisivo que hoy habría que articular en beneficio de la ciudad. Ese es el pacto que reclama la mayoría de los donostiarras, y nosotros, PNV-EA, tal y como se lo hemos explicado reiteradas veces al señor Elorza, estamos dispuestos a contribuir al mismo.

Ofrecemos flexibilidad, pero también la reclamamos, y especialmente al alcalde y su grupo, porque suya es la máxima responsabilidad de gobierno.

Si Elorza opta, legítimamente, bien por mantener un gobierno en minoría o bien por gobernar con el PP, los concejales de PNV-EA trabajaremos desde la oposición, presentando alternativas y propuestas a favor de un objetivo: mejorar la calidad de vida de los donostiarras, porque nuestro compromiso se llama Donostia.

Roman Sudupe es portavoz de PNV-EA en el ayuntamiento de San Sebastián.