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Reportaje:SAN FERMÍN

Un salón sin amueblar

La provisional Plaza del Castillo vuelve a latir como corazón de la fiesta pese a su absoluta desnudez

Tras muchas polémicas, y todavía sin estar finalizada la construcción del aparcamiento subterráneo, la Plaza del Castillo, o mejor el solar de lo que fue, ha sido recuperado como espacio para la fiesta. Su regreso, sin embargo, ha dejado una sensación gris y triste a quienes la recuerdan como el "cuarto de estar" de la capital navarra. El remiendo provisional de cemento que la cubre da el tono gris y la ausencia de mobiliario urbano, la tristeza. La desnudez de la plaza ha alejado a quienes la buscaban en sus ratos de ocio, bien para tomar el pulso a la ciudad o bien para cobijarse a la sombra de un árbol y descansar en un banco. Quien se ahora a la plaza desde la avenida de Carlos III tiene la sensación de ver una casa sin amueblar, mucho espacio pero poca vida. Este año, ni siquiera cabe lamentarse del estado en el que quedaban los parterres de flores tras ser tomados masivamente como improvisado dormitorio por decenas de guiris que recuperaban por el día las fuerzas gastadas por la noche. La capa de cemento, sin una sola sombra, se convierte para las diez de la mañana en una auténtica parrilla donde conciliar el sueño es una hazaña.

Pero la Plaza del Castillo tenía que volver por muchas razones. La presión social era mucha por lo que significa para la ciudad, pero la económica no era menos. Los locales de hostelería que trabajan la noche no sufrieron tanto el pasado 2002, pero sí las terrazas preparadas para dar cobijo a los que suelen disfrutar los sanfermines de día. Los hosteleros de la zona no dan cifras, pero se quejan del "gran palo" que sufrieron el año pasado. Del mismo modo, también reconocen una absoluta recuperación en este 2003. A la disponibilida de la plaza se ha sumado una climatología magnífica, que invita a salir a dar un paseo y buscar la calle. Este es un factor fundamental para que los propietarios de las terrazas no echen de menos la Plaza del Castillo de toda la vida.

En lo que sí ha sido clave la apertura del salón pamplonés es en la recuperación de ciertos actos que dan mucha vida al corazón festivo de la ciudad. Uno de ellos, los paseos tradicionales de las peñas, que llevan tras las charangas su importante séquito de mozos y curiosos. No menos importante es la recuperación del paseo de las mulillas hasta la Plaza de Toros. El recorrido, desde el Ayuntamiento hasta el coso, atraviesa la Plaza del Castillo en una hora algo muerta, sobre las cinco de la tarde, por lo que anima los negocios que a esas horas pasan por sus momentos menos productivos.

En lo que se refiere a la noche, y a pesar de las muchas quejas que se plantearon, el pasado año tampoco se notó tanto bajón en los bares de ambiente nocturno. En esta edición de los sanfermines esos locales siguen funcionando muy bien, reforzados por la barra instalada por los hosteleros en el centro de la plaza.

En resumen, que a muchos de los pamploneses no les hace ninguna gracia ver la plaza sin maquillar, desnuda, como recién levantada, pero los que viven del negocio ven que esta provisional Plaza del Castillo es tan rentable como la histórica.

QUÉ HAGO HOY

- 11.00 Espectáculo cómico-taurino. Plaza de Toros.

- 12.00 Euskal Música. Actuación de los bertsolaris Andoni Egaña, Igor Elortza, Jon Maia y Xabier Silveira. Parque de La Media Luna.

- 20.00 Verbena joven. Orquesta Iruña Band. Plaza de San Francisco.

- 22.00 Toro de fuego. Plaza de Santiago.

- 23.00 Fuegos artificiales. Concurso Internacional Sanfermines 2003: pirotecnia Ricardo Caballer (Valencia).

- 24.00 Verbena. Orquesta Oropéndola, hasta las 03.00, y Alain Pérez hasta las 06.00. Paseo de Sarasate.

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