_
_
_
_
_

La Convención incluye el euro como moneda oficial de la UE en la Constitución

La Carta Magna fija, a última hora, el himno, la bandera y el 9 de mayo como Día de Europa

Carlos Yárnoz

La Convención sobre el futuro de Europa cerró ayer definitivamente sus actividades tras haber introducido en el proyecto de Constitución Europea los "cambios técnicos" que le autorizó la reciente cumbre de líderes en Salónica (Grecia). Algunos de esos cambios han resultado ser bastante significativos. Uno de los más llamativos es un nuevo artículo en el que, por primera vez en un texto de ese nivel, se definen "los signos de la Unión": la bandera, el himno, la divisa, la moneda y la festividad del Día de Europa.

La novedad reside en la inclusión en sí de esos signos en el texto, porque de hecho ya eran empleados oficiosamente, con la única excepción de la "divisa" o lema de la UE, que será "Unión en la diversidad". La bandera de la Unión "representará un círculo de 12 estrellas doradas sobre fondo azul". El himno "se tomará del Himno de la alegría de la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven". "La moneda de la Unión será el euro". Y "el 9 de mayo se celebrará en toda la Unión como el Día de Europa", en recuerdo de la jornada en la que el francés Robert Schuman propuso solemnemente crear la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), que en 1957 fue el origen de la construcción europea.

La inclusión de ese artículo fue apoyada mayoritariamente en esa asamblea integrada por 105 personas, con lo que se superó la oposición de los representantes británicos y nórdicos, que siempre han rehuido la sacralización de esos símbolos europeos por entender que suponen un pequeño paso hacia la futura creación de un surperestado.

Buen puerto

Emocionado, el presidente de la Convención, Valéry Giscard D'Estaing, hizo un llamamiento a los Gobiernos europeos para que no introduzcan cambios sensibles en el proyecto a lo largo de la Conferencia Intergubernamental (CIG) que empezará a trabajar en octubre próximo. "Hemos llegado a buen puerto; quizás estamos marcando la historia de Europa", dijo. "Querer cambiar esta Constitución entrañará el riesgo de deformar nuestra obra", añadió.

"Es un buen compromiso", comentó el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, al incidir en que la CIG no debe pretender cambios sustanciales, dijo. El alemán Elmar Brok (PPE), en nombre del Parlamento Europeo; Michel Barnier, en el de la Comisión, o el irlandés John Bruton, en nombre de los parlamentos nacionales, hicieron valoraciones similares.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

No fue el caso de la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, que destacó el trabajo de la Convención, pero a la vez insistió en que el Gobierno español mantiene algunas "preocupaciones", al igual que otros Ejecutivos tienen "preguntas" pendientes para la CIG. España rechaza la nueva fórmula de voto en el Consejo propuesta en el texto constitucional por la que las decisiones serán tomadas cuando sean apoyadas por la mitad más uno de los países que representen al menos al 60% de la población de la Unión.

Para Giscard, el "margen de maniobra" que tiene España en la CIG es intentar elevar ese porcentaje del 60% de forma que el Gobierno español y otros aliados de pequeños o medianos países puedan bloquear con más facilidad pactos alcanzados por los grandes.

Por su parte, José Borrell, Diego López Garrido y Carlos Carnero, los socialistas españoles que han participado en la Convención desde su inicio en marzo del año pasado, destacaron los avances en la construcción europea que supone el proyecto constitucional, especialmente en el peso que gana el Parlamento Europeo, aunque se lamentaron por el hecho de que los países puedan seguir recurriendo al derecho al veto en temas sensibles como la política exterior europea o la fiscalidad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_