Educación da marcha atrás y mantendrá un año más el francés hasta que la LOCE fije las pautas a seguir

La recién estrenada dirección de la Consejería de Educación, con Esteban González Pons al frente, ha decidido darse una "prórroga de un año" y mantener el actual número de grupos de francés vigente en la red de centros públicos durante un curso más, plazo en el que se espera que el ministerio haya finalizado el desarrollo completo de todos los decretos que se requieren para implantar la nueva Ley de Calidad de la Enseñanza (LOCE). La decisión -que fue comunicada oficialmente ayer a la

Asociación de Profesores de Francés de la Comunidad Valenciana (APIF-CV) por Josep Vicent Felip, el flamante director general que asume ahora la fusión de las competencias que ya tenía en materia de Política Educativa y Enseñanzas y además la de Centros, supone eliminar de la

orden aprobada en julio pasado uno de los puntos más comprometido: el que exigía un número de alumnos para mantener el francés como asignatura opcional, lo que en la práctica dificultaba la continuidad de esta asignatura.

La asociación había propuesto en los últimos días a la dirección general que, "en vez de destruir la poca oferta que ahora existe -como ha venido sucediendo últimamente- se debería de velar por mejorar el aprendizaje de las lenguas extranjeras dentro del sistema educativo reglado", y había recordado las directrices de la Comisión Europea sobre la necesidad de implantar la enseñanza de al menos dos idiomas oficiales de la UE dentro del sistema reglado.

La medida adoptada ahora supone un giro de 180 grados a la decisión inicial de suprimir aquellos grupos que no tuvieran el mínimo de entre 13 y 15 alumnos solicitantes, para "centralizar" la oferta del idioma francés sólo en determinados colegios. Una medida que había sido promovida precisamente por el mismo director general, lo que supuso un retahíla de protestas frente la sede de la Generalitat valenciana entre finales del año pasado y el primer trimestre de este curso. Además de la intervención de la Embajada de Francia para reclamar "sensibilidad" para el estudio de un idioma clave en el desarrollo económico, social y cultural de esta región. Con todo, el giro -de no ir acompañado de instrucciones más precisas a los Servicios Territoriales y a la Inspección Educativa- no será suficiente para agilizar la planificación del curso que empieza en septiembre. Según han denunciado varios profesores afectados por la decisión inicial de suprimir el francés, su plaza ya ha sido eliminada de algunos centros por orden del inspector de zona.