Un niño de 12 años mata a otro de cuatro tirándolo por la ventana de un octavo piso en Nagasaki

La policía japonesa anunció ayer que un colegial de 12 años, al que había interrogado en relación con el secuestro y asesinato de un niño de cuatro en Nagasaki (sur de Japón), ha reconocido ser el presunto autor del crimen.

El colegial, cuyo nombre está protegido por la ley de menores, fue el primer sospechoso de haber raptado al niño el pasado día 1 y de arrojarlo al vacío desde el octavo piso de un edificio de aparcamientos, después de haberlo desnudado y golpeado.

El adolescente fue identificado gracias a las imágenes grabadas por una cámara de vigilancia de una calle comercial, en las que se veía a un muchacho de 1,70 metros de estatura y de una edad similar al presunto asesino, que vestía un uniforme de colegio y llevaba de la mano a un niño pequeño que podría ser la víctima. Las imágenes también mostraron que el muchacho calzaba zapatillas deportivas blancas, lo cual coincidiría con el tipo de huellas encontradas en el lugar del crimen.

El pasado día 2, el cadáver desnudo del pequeño Shun-chan apareció en Nagasaki con fuertes contusiones, tras haber sido aparentemente arrojado desde lo alto de un edificio. El día anterior, el niño había acudido con su familia a un centro comercial y desapareció tras detenerse en una tienda de juegos electrónicos. Poco después fue encontrado muerto.

La conmoción causada por el crimen aumentó en todo Japón por la sospecha de que el autor de los hechos podría ser un menor de 12 años. Según el Código Penal japonés, los menores de 14 años acusados de cometer crímenes no son considerados responsables.

La policía informó ayer además de que el presunto culpable ha pedido disculpas a los padres de la víctima. Amigos del joven estudiante le describieron como una persona calmada que, sin embargo, era presa del pánico cuando los profesores le regañaban, hasta el extremo de llegar a escapar del aula cuando presentía que iba a ser amonestado.