El fraude por la venta de datos en Eurostat desata una crisis política en la UE

La Comisión Europea cerró ayer el primer capítulo de la investigación sobre el fraude en Eurostat con la destitución de su director general, Yves Franchet, de su adjunto y de todos los miembros del equipo directivo, que pasan a la categoría de consejeros. Las graves irregularidades arrancan del año 1996 y consistieron en inflar contratos con empresas privadas y desviar los fondos hacia cuentas ocultas. Al menos 900.000 euros fueron defraudados por procedimientos que seguirán siendo investigados por una comisión de 20 altos funcionarios comunitarios.

El mayúsculo escándalo alcanzó ayer la categoría de una crisisis política que afecta de lleno al presidente de la Comisión, Romano Prodi, y a varios comisarios, entre ellos, el español Pedro Solbes, como responsable directo de los servicios de Eurostat.

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