Zapatero sostiene que el clima en su partido es de "gran cohesión"

José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, desmintió ayer todas las versiones que apuntan hacia una crisis interna o de liderazgo dentro del PSOE. Y aprovechó este asunto para tratar de volcarlo sobre su adversario político, el PP, al recordar que él fue elegido "democráticamente" en su partido, "a diferencia" del sucesor del presidente del Gobierno, José María Aznar, que según Zapatero será "designado a dedo" por el propio líder del PP.

Respecto a las críticas que han surgido incluso en su propio partido tras la crisis de la Comunidad de Madrid, Zapatero sostuvo que le merecen "todo el respeto", pero insistió en que "el clima del PSOE es de gran cohesión. A Aznar y al PP les gusta mucho hurgar en el PSOE, les ha gustado siempre, a diferencia de lo que mantenemos nosotros respecto a su sucesión". En este sentido, el presidente del PSOE, Manuel Chaves, dijo ayer que quien intente "debilitar el liderazgo" del secretario general "pinchará en hueso".

Zapatero defendió la gestión de la crisis que ha realizado tanto él como Rafael Simancas, secretario general de la federación madrileña. "Es la primera vez que un partido reacciona de una manera tan contundente y tan rápida (con la expulsión de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez). También es la primera vez que se exige responsabilidades. No recuerdo que a [Alberto Ruiz] Gallardón nadie le exigiera responsabilidades por tener un tránsfuga".

IU pide responsabilidades

En Izquierda Unida no están muy de acuerdo con este discurso. El portavoz parlamentario, Felipe Alcaraz, pidió ayer a los socialistas que asuman responsabilidades "al máximo nivel" por la crisis, aunque no quiso concretarlas en ningún dirigente en particular. Aunque nadie había llegado a expresar públicamente esta exigencia de forma tan clara, en la federación de izquierdas hay un importante malestar por la forma en que el PSOE está gestionando la crisis de Madrid.

Desde el punto de vista judicial, los dirigentes de IU hablan abiertamente de "maniobras erráticas", y recuerdan que la vía de la querella, en la que se han concentrado los socialistas, ha resultado fallida. La formación que dirige Gaspar Llamazares decidió desde el principio apelar al fiscal Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, ante quien impusieron una denuncia que le ha servido para pedir al fiscal general que le deje investigar.

Los socialistas, recuerda IU, insisten en la vía de la querella al presentar un recurso de súplica contra la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Y eso sólo sirve, según la federación de izquierdas, para retrasar aún más la vía de Anticorrupción, ya que sirve de excusa para el fiscal general, Jesús Cardenal. Estas discrepancias se producen a nivel federal, ya que la sintonía de la estrategia en la Asamblea de Madrid entre Simancas y Fausto Fernández sigue intacta.