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Reportaje:

Los "diarios" de cómo se halló la estructura secreta de la vida

El Nobel de Química en 1982, Sir Aaron Klug, rememora el cincuenta aniversario de la estructura helicoidal del ADN

"Se ha escrito tanto sobre nuestro descubrimiento de la doble hélice, que me es difícil añadir algo a lo ya dicho", señaló con modestia en 1989 Francis Crick, de cuyo maridaje científico con James Watson surgió hace ahora exactamente 50 años el descubrimiento de "la estructura helicoidal del ADN". El dibujo mediante el cual se resolvía y explicaba a la perfección la cuestión de la replicación de los genes (el mecanismo por el cual las dos cadenas se separan formando otras dos nuevas, portadoras de la misma información genética) se publicó el 25 de abril de 1953 en Nature. No obstante, y pese a aquella declaración de Crick, al parecer sí es posible "añadir algo más" a lo dicho, como bien demostró ayer en Valencia el doctor Sir Aaron Klug, a quien se concedió en 1982 el Nobel de Química precisamente por su descubrimiento sobre el microscopio cristalográfico electrónico y su estudio estructural de los complejos nucleicos ácido-proteínicos. De hecho, Klug es el único científico vivo que puede añadir algo hoy en día: "Yo he conocido a las cuatro principales personas que han trabajo con ácidos nucleicos", en referencia, y posterior homenaje, a Rosalind Franklin, como demostró su conferencia pronunciada en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe. Franklin fue la científica que junto a Maurice Wilkins obtuvo las imágenes de la defracción por rayos X del ADN, en las que se vislumbraba la ya famosa forma helicoidal del ADN. Unas fotografías que, como recordó ayer Sir Klug, confirmaron totalmente las hipótesis de Watson y Crick sobre lo que el profesor Santiago Grisolía resumió en lenguaje coloquial como "la estructura secreta de la vida".

"En 1945 los biólogos se preguntaban si algo tan simple podía ser la estructura de la vida"
"He conocido a cuatro principales personas que han trabajado con ácidos nucleicos"

"Yo empecé a trabajar en 1945 (...) En ese año, la mayoría de biólogos se preguntaban si algo tan simple como el ADN pudiera ser la estructura genética de la vida", recordó Klug durante su conferencia, que se enmarca en los actos de celebración del aniversario de la publicación del descubrimiento de Watson y Crik, que este año coinciden también con el cumpleaños de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados creada hace 25 años por Grisolía y dirigida el profesor Murcia.

En realidad, lo que hizo ayer Klug, considerado uno de los mayores expertos mundiales en Cristalografía -la técnica mediante la cual se pudo averiguar la estructura tridimensional de la cadena de ADN (y de muchas otras sustancias, como las proteínas que interaccionan con dicha cadena)- fue deshilar la fantástica madeja de causas y equivocaciones, aciertos y también rivalidades y, entre ellas, la siempre impredecible casualidad que propiciaron el encuentro en 1951, en Cambridge, de la magnífica pareja que conformarían poco después dos científicos como Watson y Crick de procedencias y corrientes distintas.

Un meticuloso trabajo de reconstrucción de cómo sucedió y de quiénes participaron del hallazgo de la doble hélice -"ése principio biológico principal que ha conseguido el estatus de icono"- que, según confesó el propio Klug, ha sido posible gracias a la profusa documentación existente procedente de los diarios, cartas y anotaciones personales, fundamentalmente recogidos por Franklin, que verán la luz próximamente en una edición al cuidado de Klug. "Tengo que confesar que no he tratado sus libros de apuntes con mucho cuidado antaño", reconocía Klug, al descubrir una anotación a mano en una de las diapositivas presentadas.

Si singular fueron todos ellos, no menos singular es la biografía de Klug: quien empezó a estudiar Medicina a los 15 años, y lo dejó para simultanear las carreras de Física, Química y Matemáticas. Nacido en Lituania en 1926, pasó su infancia en Sudáfrica, de donde partió a Inglaterra, para incorporarse al prestigioso Laboratorio Cavendish en la Escuela de Cristalografía de la Universidad de Londres.

Allí, en 1953, trabajó en colaboración con Rosalind Franklin -probablemente la mujer que más contribuyó a esclarecer la estructura de la doble hélice gracias a sus estudios cristalográficos-. Juntos dilucidaron la estructura y ensamblado del virus del mosaico del tabaco. En 1962, Klug se trasladó a Gran Bretaña como investigador en el Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge, donde todavía trabaja. En 1995 fue nombrado presidente de la Royal Society, cargo desempeñado por otro gran genio: Isaac Newton.

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