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El Gobierno vasco critica las "prácticas mafiosas" de los terroristas

El Gobierno vasco, las organizaciones empresariales y los sindicatos, salvo el abertzale LAB, coincidieron ayer en bloque en deplorar el último atentado de ETA, el quinto del nuevo comando Vizcaya en las últimas tres semanas, en este caso contra la empresa vizcaína de transportes Azkar.

La Consejería de Interior precisó que la carga que estalló en la madrugada del domingo en las instalaciones de la firma en Bedia (Vizcaya) estaba situada en una caja de caudales y compuesta por entre cinco y diez kilos de cloratita reforzada con dinamita. La mezcla es similar a la usada en la carga de 30 kilos del coche bomba que los etarras dejaron junto a la Feria de Muestras bilbaína el 14 de junio, fecha de constitución de las corporaciones locales.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, aseguró que este atentado y el de la semana pasada, dirigido contra los desactivadores de la Ertzaintza, son una muestra más de "las prácticas mafiosas y degenerativas en las que ETA está cayendo cada vez de forma más pronunciada".

"El propio intento de la semana pasada con aquellas frases absolutamente degenerativas [por el lema colocado en la bomba: "Ésta os la coméis vosotros, cabrones"] es un buen ejemplo de estas prácticas", según Imaz. El portavoz reiteró que el Ejecutivo autónomo no va a admitir que ETA "mine" la libertad de Euskadi y ataque al empresariado vasco, "un motor indudable para la sociedad, para generar riqueza y para innovarse y generar empleo".

"Extorsión"

El sindicato mayoritario en Euskadi, la central nacionalista ELA, y su sección sindical en la empresa atacada condenaron el ataque, presuntamente ligado al impago del chantaje del impuesto revolucionario, y exigieron que "cesen estos atentados, así como cualquier práctica de extorsión contra las empresas".

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CC OO sostuvo que este tipo de ataques causa un "grave perjuicio para la sociedad vasca, ya que pone en peligro el mantenimiento de puestos de trabajo y el desarrollo empresarial", un argumento empleado también por la UGT. La patronal Confebask emitió un comunicado de condena: "Condenamos un acto de barbarie que no sólo va en contra de los intereses empresariales, sino que va más allá. Va en contra del conjunto de la economía vasca y del conjunto de la sociedad".

El alcalde de Bedia, el peneuvista Aitor Sorriketa, rehusó comentar el atentado perpetrado en su municipio e informó de que no se celebrará un pleno o comunicado de denuncia al no estar constituidas las comisiones, según Efe.

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