La Comisión de la Energía contesta a la Generalitat y defiende la salida gradual de Gas Natural de Enagás

Las heridas abiertas por el fracaso de la OPA de Gas Natural sobre Iberdrola no se han cerrado. El presidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Pedro Meroño, aseguró ayer que el órgano regulador "ve conveniente separar gradualmente" en el sector del gas las actividades que llevan a cabo las empresas productoras y comercializadoras de las que llevan a cabo las sociedades gestoras del sistema con actividad casi pública.

En otras palabras, la CNE ve conveniente que Gas Natural reduzca gradualmente su presencia en la compañía Enagás, la dueña de los gasoductos, en la que controla más del 39% del capital.

Las declaraciones de Meroño son una réplica a los mensajes que se lanzan desde el Gobierno autónomo catalán respecto a esta cuestión. Ayer mismo, el conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, advirtió de que el Gobierno central cometería "un error muy grave" si intentara debilitar a Gas Natural. Lejos de esta valoración, la CNE, como el Ejecutivo, defiende una salida escalonada del capital de Enagás por parte de Gas Natural, en un proceso similar al que ya se ha llevado a cabo en Red Eléctrica de España (REE) -el equivalente de Enagás en el sector eléctrico-, donde cuatro grandes eléctricas han reducido su participación del 10% cada una al 3%.

Por otra parte, los organismos reguladores de Francia, España y Portugal hicieron público ayer un comunicado conjunto -un hecho sin precedentes- en el que muestran su voluntad de desarrollar el mercado único del gas en Europa. Para ello, defienden el impulso de las interconexiones gasistas entre la península Ibérica y Francia.

La iniciativa, muy significativa por cuanto los Gobiernos de Francia y de Portugal no se cuentan hasta la fecha entre los más entusiastas de la liberalización y el mercado único, menciona expresamente la necesidad de "aumentar la capacidad del gasoducto que une Lacq (Francia) con Calahorra (España), la construcción de una vía hacia la costa atlántica desde Bilbao a Lussagnet (Francia) y la puesta en marcha de un conducto por la fachada mediterránea".