Pinchazo
Mal mes el de junio para las personas que buscaban empleo. A pesar de la triunfalista presentación oficial -está bien que las autoridades traten de infundir ánimo entre los ciudadanos, pero no hasta el punto de torcer la interpretación de los datos-, el paro registrado en las oficinas del INEM y las afiliaciones a la Seguridad Social se comportaron bastante mal el mes pasado.
Es cierto que los parados disminuyeron en 7.590, pero hay que tener en cuenta que estamos en la época estacionalmente favorable para la reducción del paro. En los últimos veinte años éste ha disminuido una media de casi 30.000 personas en el mes de junio, lo que ya indica que la reducción de este año se queda bastante por debajo de los récord históricos. Como señalo constantemente en esta columna, para interpretar correctamente los datos estadísticos hay que corregirlos de todos aquellos factores "no económicos", como la estacionalidad o el calendario laboral. Si hacemos esto con los datos de junio, el paro aumenta en unas 21.000 personas. Además, como se puede ver en el gráfico izquierdo, es el segundo mes consecutivo en el que se produce un aumento, rompiendo la tendencia a la baja iniciada a comienzos del año.
Los datos de junio, corregidos de estacionalidad, indican que el paro crece en unas 21.000 personas
El mismo día en que aquí se publicaban estos datos, Eurostat daba a conocer las tasas de paro de los países de la UE del mes de mayo, lo que permite hacer una comparación tanto del nivel que alcanza este problema en los países miembros como de su evolución. La tasa estimada para España se situó en el 11,3% de la población activa, 3,2 y 2,5 puntos porcentuales por encima de la media de la UE y de la Eurozona, respectivamente. En el ranking de países, España sigue desgraciadamente la primera, a bastante distancia de la segunda, que es Alemania. No obstante, se observa una diferencia positiva a nuestro favor: mientras aquí la tasa se ha mantenido estable en los últimos doce meses, tanto en la UE como en la Eurozona ha aumentado medio punto porcentual.
La tasa de paro española del 11,3 % estimada por Eurostat contrasta con la cifra del 8,6% difundida en España al publicar el paro registrado, lo que de nuevo confunde a la opinión pública. La explicación es que el 8,6% se refiere únicamente al paro registrado, es decir, a las personas que, estando inscritas como demandantes de trabajo en las oficinas públicas de empleo, el Ministerio de Trabajo considera paradas. Hay colectivos muy importantes que no están inscritos o, estando, no se contabilizan como parados. Las definiciones y metodología empleadas por el ministerio no coinciden con las establecidas en los acuerdos internacionales, que son las que se utilizan en la Encuesta de Población Activa que hace el INE con periodicidad trimestral, estadística de la que parte Eurostat para sus estimaciones mensuales. Así pues, las cifras del paro registrado pueden servir como indicador de la evolución del paro, pero no sirven para medir, según las normas establecidas internacionalmente, el nivel del mismo.
En cuanto a las afiliaciones a la Seguridad, también se produjo un pinchazo en junio. El aumento de 27.492 personas es el menor en ese mes desde 1993 y, una vez corregido de estacionalidad, se convierte en una disminución de unos 55.000 afiliados. La causa más probable es la menor contratación del sector turístico ante las mediocres perspectivas de ocupación hotelera en la temporada veraniega.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigación Económica y Social (FUNCAS).
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