"La tecnología va a cambiar los valores"
Pregunta. Dice Michael Hawley, director de uno de los consorcios de Media Lab, que es el paradigma de la tecnología avanzada y donde usted realiza el doctorado, que el MIT atrae a gente que tiene la cabeza y el corazón justo en su sitio.
Respuesta. En muchas partes hay gente inteligente, pero que no piensa mucho sobre los efectos del trabajo en el mundo. En Media Lab hay mucha gente que quiere mejorar el mundo y hacer cosas interesantes, no sólo programar.
P. ¿Qué está haciendo usted en el MIT?
R. Un proyecto sobre música electrónica, el Audiopad, que he desarrollado con el músico Ben Rech. La idea es que mueves unas pastillas sobre una mesa sensible y la música y las imágenes cambian. Cada objeto sobre la mesa corresponde a una parte de la canción. Si mueves un objeto, la parte correspondiente de la canción cambia. Lo acabo de presentar en el Sonar de Barcelona.
P. ¿Y cuál es su utilidad?
R. En un concierto de música clásica se puede ver qué hacen los músicos, pero en uno de música electrónica es imposible porque se utilizan ordenadores. Este proyecto ofrece un método para que la gente sepa qué está haciendo el músico. También tiene otras aplicaciones, como los negocios.
P. ¿De qué modo?
R. Las pastillas sobre la mesa sensible pueden gestionar la simulación del funcionamiento de un negocio. Por ejemplo, analizar si una fábrica en Valencia y otra en Sevilla pueden ser rentables en el funcionamiento de la empresa.
P. También ha diseñado una caja que produce música sin necesidad de comprar un CD.
R. Es música hecha con algoritmos de software. Hay que hacer mucho trabajo todavía en este sentido porque el mundo ha cambiado. La industria discográfica tiene una idea ya muy vieja sobre cómo hay que distribuir y vender la música. La idea de que cada persona que escucha una canción pague un poco por ella ya no sirve en el mundo de la red. Es una cultura vieja. La tecnología va a cambiar los valores. Pero también puede pasar que los valores acaben cambiando la tecnología.
P. ¿Le interesa más el software que la música?
R. Es una pregunta difícil. Me interesa la combinación de cosas diferentes. Me gusta la música, pero lo más interesante para mí es la combinación interdisciplinaria.
P. Siempre trabaja con proyectos que relacionan el mundo físico y el virtual. ¿Hay un por qué?
R. Porque también es una combinación entre cosas diferentes. Hay demasiada gente que trabaja sólo con software y sólo con cosas del mundo real. Me interesa juntarlas.
P. ¿Qué piensa hacer después de graduarse en el MIT?
R. Me gustaría venir a España. Hay cosas muy interesantes sobre diseño y tecnología. Y la vida, en cuanto a valores, es más rica que en los Estados Unidos. Los valores de aquí están más en consonancia con mis creencias. Descubrí Valencia porque participo en el MITUPV Exchange, un proyecto compartido entre el MIT y la Universidad Politécnica de Valencia. La herramienta principal de este proyecto es el vídeo digital, por lo que los participantes en el proyecto nos conocernos virtualmente y podemos profundizar más en el trabajo.
P. ¿Había oído hablar antes de Valencia?
R. He leído algo sobre la ciudad y he establecido muchas relaciones a través de ese programa, pero el problema es que en los Estados Unidos la gente no tiene demasiada información sobre el resto del mundo.
EN DOS TRAZOS
James Patten (Washington DF, 1977) estudió informática, psicología y filosofía en un programa interdisciplinario en la Universidad de Virginia. Sus áreas de investigación incluyeron la interacción hombre-máquina, la interpretación de volumen y bases de datos en tiempo real. Esas premisas y su solvencia profesional le llevaron al Media Lab de Nicholas Negroponte, la médula del Massachusetts Institute of Technology, donde, con software libre, hace programas para mejorar la vida en el trabajo. Ahora el proyecto MITUPV Exchange le ha descubierto Valencia, ciudad que no descarta para vivir.
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