Las Cámaras exigen a Bruselas que asegure nuevas salidas a Francia

Los pasos fronterizos entre España y Francia son auténticos cuellos de botella para la salida de mercancías españolas al resto de Europa. Las diferencias entre ambos países retrasan la construcción del túnel pirenaico del AVE o la prolongación de la autovía Sagunto-Somport. Los empresarios están preocupados por el colapso. Ayer, el presidente de las cámaras, Arturo Virosque, exigió a la comisaria europea Loyola de Palacio que asegure su ejecución. La patronal y el lobby AVE han solicitado plazos para la construcción del AVE a Madrid y a la frontera.

Los dirigentes de las cámaras, la patronal, el puerto y la feria de Valencia trasladaron ayer al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, su preocupación por el futuro de las infraestructuras.

Apenas un día después de la cumbre hispano-francesa celebrada en París, donde ambos gobiernos cerraron acuerdos simbólicos en materia de conexiones por ferrocarril y carretera, Virosque hizo una llamada a la Comisión Europea y más directamente a la comisaria de Transportes, la española Loyola de Palacio, para que asegure la apertura de nuevas vías de comunicación con el país vecino a pesar de las reticencias de su gobierno.

Rafael Ferrando, presidente de Cierval, fue más conciliador. Sugirió que las administraciones autonómica y estatal deben trabajar de acuerdo para reclamar conexiones adecuadas por carretera y ferrocarril desde la Comunidad Valenciana hasta Francia que garanticen el futuro de las exportaciones.

Virosque insistió en la intervención directa de Bruselas desde la convicción de que "los franceses no están por abrir más puertas" para evitar más competencia española, sobre todo, si encima la financiación de estas infraestructuras corre de su cuenta. Según el presidente cameral, "cuantas más salidas tengamos al exterior, mejor", si bien también matizó que las reivindicaciones españolas no benefician exclusivamente a este país sino al conjunto de Europa. "Además de un país exportador, también somos un mercado importante para el resto de la UE y, por tanto, necesitamos mejorar nuestras conexiones con el exterior".

La autovía Sagunto-Somport ha sido uno de los proyectos defendidos por las cámaras de comercio valencianas, tanto para conectar la Comunidad Valenciana con Aragón y el norte de España como para obtener una salida hacia la Francia atlántica. La autovía está practicamente acabada por el lado español, pero pasada la frontera, el conocido túnel de Somport, desemboca en "una carretera de montaña" incapaz de proporcionar una salida al tráfico de camiones procedentes del sur de Europa y del norte de África.

En el caso del ferrocarril, la situación es parecida. Desde 1995 existe el proyecto para construir un paso a través de los Pirineos que permita enlazar el AVE español con la red francesa. Es el túnel de Perthús, entre Figueres y Perpiñán, un proyecto que después de adjudicado a las empresas Dragados y Bouygues se paralizó por la decisión del Gobierno francés de no convertir en alta velocidad el tren entre Perpiñán y Montpellier. Las empresas encargadas de construir y gestionar el túnel veían lastradas las posibilidades de tráfico con esta decisión y se retiraron. Ahora se espera una segunda adjudicación de la concesión antes de que acabe el año.

En este sentido, Virosque recordó ayer que las cámaras valencianas defendieron, en el periodo de consultas que abrió la CE para elaborar el libro blanco del transporte, la necesidad de que Bruselas apostara por las conexiones por carretera y tren del eje mediterráneo. "El Mediterráneo español necesita un ferrocarril con ancho europeo que vaya desde Andalucía a la frontera francesa para enlazar con el resto de Europa". Así se lo transmitieron en un detallado informe a Loyola de Palacio. "Se lo dijimos en Bruselas y no nos ha hecho caso", afirmó rotundo el dirigente cameral.